- si no fuera sayayin no tendría que entrenar para sentirme satisfecha - dijo con enojo - preferiría no ser una sayayin
- si Vegeta te escuchara se molestaría. Eres parte del orgullo sayayin - exclamó piccolo
- ni siquiera se que significa orgullo sayayin. Yo no nací en el planeta Veguita y rodeada por mi orgullosa raza como lo hizo vegeta - dijo veguita mientras miraba a piccolo - apenas se que es ser una sayayin.
- te entiendo - pronunció piccolo - yo tuve que aprender por la mala las debilidades y desventajas de mi raza ... Pensé... - piccolo dudo en seguir contando pero fue mucho lo que veguita compartió con el que se impulso a seguir - pensé que... estaba solo - dijo con algo de melancolía - que sólo era un... *suspiro* un... monstruo- dijo mientras desviaba la vista. Miro a Pan y una sonrisa se escapó de sus labios - pero hubo varias personas que, nunca me trataron como uno.
Veguita acercó a piccolo con cautela y lo observó por unos segundos.
Piccolo levantó la vista y se topó con aquella mirada llena de curiosidad de veguita. Ella hizo un gesto con la boca que al parecer era una sonrisa.
- vaya... Detrás de esa capa, se oculta algo muy... muy agradable - pensó veguita mientras inclinaba su cabeza un poco a la izquierda.
- ¿quieres entrenar? - pregunto veguita
- ¿que?
- entrenar. Se nota que eres muy dedicado tus entrenamientos. Pensé que tal vez te gustaría entrenar - dijo de forma sencilla.
- bien - dejo a Pan a una distancia segura y le dio una pelota; así se mantendría ocupada y no andaría por ahí.
Piccolo y veguita se pusieron en posición. Los dos se quedaron así por unos segundos.
- ¿no vas a empezar? - pregunto piccolo algo extrañado
- me gusta dejar que mis oponentes empiecen - respondió sería.
Piccolo comenzó queriendo dar un golpe en el estómago a veguita.
Ella sólo desvío el golpe y le dio una patada en la barbilla, mandándolo a volar. Veguita se adelantó y regresó al suelo a piccolo con un golpe en la espalda pero lo interceptó unos centímetros antes chocar.
Tiro su cuerpo al suelo pisando su mano izquierda, lo sujeto del cuello por la espalda y con su otra mano disponible forzó la de piccolo para que está quedará en la espalda.
Piccolo se quejó por la fuerza que veguita ejercía en su espalda.
- te contuviste - dijo con delicadeza en el oído de piccolo.
- ¿qe' que? - pregunto sin entender.
- te contuviste. Tal vez no sienta el ki como tú pero se cuando una persona no da el cien por ciento...
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DBZ-La Chica Del Espacio
FanfictionUna extraña mujer llega del espacio para arreglar asuntos pendientes con vegeta y en el camino se descubrirán nuevos sentimientos.