Anécdota de @mafg201511
Antes de todo, tengo que aclarar varios puntos:
1. Vivo en un conjunto de apartamentos, y algunas veces entran perros callejeros.
2. Como me encantan los animales, siempre que podía les llevaba comida y les ponía nombres (no muy normales) con ayuda de un vecino.
3. Para cuando pasó esto, mi hermano tenía dos años y medio, pero a pesar de su corta edad era un niño muy inteligente que entendía muchas cosas.
Cuando somos pequeños las "groserías" que decimos son cosas como tonto, bobo... pero las que decían mi hermano eran satélite y radar
Puedo apostar que en este momento estarán pensando en por qué satélite y radar las consideraba malas palabras, y es que había dos perritas que quería mucho y ésos eran sus nombres. Cada vez que mi hermano se molestaba, te insultaba diciéndote satélite, tonta... o cosas así, como si estuviera diciéndote perra.
Mis padres siempre trataron que dejara de decirlas, pero como todo niño pequeño las seguía diciendo.
Un día mi madre nos llevó a su trabajo y mi hermano estaba con el jefe de mi mamá, pero éste se molestó y comenzó a gritar:
—¡Satélite! ¡RADAR!
Justo cuando mi hermano iba a decir "perro cochino", mi mamá corrió a taparle la boca.
Luego le explicó a su jefe que mi hermano era fan del sistema solar y ese tipo de cosas. De verdad hay que ser muy tonto para tragarse ese cuento, y en efecto, el jefe se lo creyó. Todos los que se encontraban ahí me empezaron a mirar raro, pues se me salió una GRAN carcajada. ¿Adivinen quién aguantó un sermón de su madre por no "comportarse"? ¡Pues esta chica!
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Anecdotario Público
RandomEntre para más información o llame al número que aparece en pantalla. Si marca ya, ¡se llevará totalmente gratis un segundo Anecdotario Público! ¿Qué espera? ¡Levante ese teléfono y ordene el suyo! Válido hasta agotar existencias.