Anécdota de @LaDreamuh
Tenían alrededor de cinco o seis años; eran tiempos de inocencia.
Estaba con mi mamá, papá y la ahijada de ellos en el centro comercial. Resulta que yo iba caminando felizmente por la vida cuando choqué... contra un ventanal
Pero no era cualquier ventanal, porque estaba a mitad de un pasillo. ¡¿A quién se le ocurre poner un ventanal en medio de un pasillo?! Si lo van a hacer, ¡que por lo menos pongan un letrero en plan: CUIDADO, VENTANAL GIGANTE!
Ese día me lastimé la nariz. Morí de vergüenza y casi rompí en llanto. Ah, pero eso no fue todo...
Resultó que al llegar a casa, mis primos estaban ahí. Así que nos pusimos a jugar las escondidas con la ahijada de mis padres. Como todo niño inocente, uno piensa: "Me esconderé en el baño y pondré seguro en la puerta. ¡Nadie me encontrará!"
Grave error.
¿Adivina quién vivió un gran trauma después de encontrar a su padre completamente desnudo, sentado en el retrete haciendo sus necesidades?
Pues esta nena.
Moraleja: Nunca te escondas en los baños si estás jugando a las escondidas; puede que te lleves un trauma gratis.
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Anecdotario Público
RandomEntre para más información o llame al número que aparece en pantalla. Si marca ya, ¡se llevará totalmente gratis un segundo Anecdotario Público! ¿Qué espera? ¡Levante ese teléfono y ordene el suyo! Válido hasta agotar existencias.