Anécdota 43

17.2K 2.3K 275
                                    

Anécdota de @kikwa_003

A los doce años, un día como cualquier otro, llegué a clases. La única diferencia era que había llegado tarde y por alguna extraña razón, todos estaban riéndose de mí. Me dio una vergüenza terrible darme cuenta que traía el pantalón puesto al revés.

 Me dio una vergüenza terrible darme cuenta que traía el pantalón puesto al revés

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡¿Cómo puedes ponerte mal un pantalón?!

No tuve de otra más que ir al baño a cambiarme; entré apresurada a uno de los váteres y me dispuse a ello. El sitio era estrecho, así que dejé apoyado un zapato en el filo del váter... ¿adivinen qué?

Sí, se cayó dentro.

Así que me veías caminando y dejando unas huellas de pipí a cada paso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Así que me veías caminando y dejando unas huellas de pipí a cada paso. Estaba mojado de pipí; olía muy mal. Fue horrible. Tuve que estar diciendo "No, nada, que bebiendo agua en la fuente se me ha mojado el zapato".

Y mi pobre zapato, empapado de pipí de Dios sabe quién.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anecdotario PúblicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora