Anécdota de @_aniita
Lo que voy a contar sucedió cuando tenía ocho o nueve años, así que... mi inocencia estaba intacta.
Nos encontrábamos mis amigas y yo hablando en uno de los recreos mientras jugábamos a las palmas. Todo marchaba bien hasta que a una de mis compañeras —que ahora es de mis mejores amigas— se le ocurrió sacar un tema algo... ¿diferente?
Y esta fue la conversación a partir de ese punto:
—Oigan, chicas... ¿saben qué es una paja? A mí me lo explicaron ayer —preguntó una compañera con una sonrisa de oreja a oreja.
—Claro que sí. La paja la comen los animales, ¿no? —respondí.
—No, esa no... el otro tipo de paja —aclaró con una risilla.
Nosotras cruzamos miradas, confusas. La duda se fue haciendo cada vez más grande hasta que decidí preguntárselo, pensando que no era nada guarillo, claro.
—Pues es un movimiento que hacen los chicos para tener placer porque no tienen relaciones sexuales —soltó.
Me quedé boquiabierta. La verdad es que aprendí todo el proceso que hacían los adultos para tener bebés a edad temprana. Y yo, la niña más lista del mundo, días después le pregunté a mi profesora:
—Profe, ¿sabe qué es una paja?
Me miró unos segundos, tratando de descifrarme.
—Claro, cariño. Es un alimento para animales.
—No, no, Profe. La otra paja, la que se hacen los chicos.
Esta vez se quedó asombrada por lo que acababa de decir.
—No existe otro tipo de paja, te deben haber mentido —me reveló, por supuesto, sabiendo a lo que yo me refería.
—Oh, ¡lo sabía! —exclamé.
Y me alejé de ahí soltando al aire mis refunfuños.
¿Os imagináis mi cara cuando supe que de verdad sí existía?
ESTÁS LEYENDO
Anecdotario Público
RastgeleEntre para más información o llame al número que aparece en pantalla. Si marca ya, ¡se llevará totalmente gratis un segundo Anecdotario Público! ¿Qué espera? ¡Levante ese teléfono y ordene el suyo! Válido hasta agotar existencias.