Capitulo 2.

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"La mayoría de las veces pensamos que estamos enfermos, todo está en la mente"
Thomas Wolfe.

Le cuento a las chicas lo que ha pasado, como era de esperarlo se han asustado igual que yo y entre lagrimas de miedo, nos lamentamos no tener a alguien a quien recurrir para que nos ayude. Tratamos de pasar el resto del día lo mas tranquilas que podemos, intentamos disimular el miedo y la preocupación pero es difícil.

El lunes llega y no se como empezar mi día, no se si tengo que ir hoy mismo al colegio, esperar unos días, si ir ahora en la mañana o en la tarde.
Tentando a la suerte, decido por empezar mi día como siempre, yendo al pequeño local con las chicas y atender a los pocos clientes que tenemos y que de a poco van siendo mas.

En todo el día se me pasa por la cabeza la idea de recoger todo e irnos de la ciudad, pero a dónde iremos? Se nos hará muy difícil volver a empezar desde cero.

-Akari- llamo a mi amiga, ella se encarga de empacar los pedidos en pequeñas cajas.

Tenemos un cuarto pequeño lleno de cajas, es aquí donde empacamos los productos para luego enviarlos.

-Juls?- me mira triste y puedo ver que el miedo tambien esta en su sistema. Me siento la peor amiga del mundo por meterlas en esto.

-que te parece si recogemos todo y nos vamos a otra ciudad, tal vez David no nos encuentre- hace una mueca con la boca, resopla y me mira. Esta parada al lado de la mesa con cajas y jabones enfrente de ella.

-y con qué nos iremos? A dónde? Cómo vamos a vivir allá? No tenemos un lugar seguro al que ir Julieth. Ese tipo dejó clara su amenaza- frustrada me apoyo en la pared y me dejo caer al suelo. Es tan cierto lo que dice.

-lo siento Akari, lo siento. Yo no quería meterlas en esto- se que lamentar y llorar no me ayudará a solucionar este gran problema.
Pero es lo único que logro hacer, me siento miserable.

-no Juls, no es tu culpa- Akari deja de colocar los jabones en la caja y viene corriendo hacia mi para abrazarme.

-no te culpes amiga, no es tu culpa. David es un idiota- ella llora conmigo.

Agradezco que Rita e Isabel estén afuera en la tienda atendiendo clientes porque sino seriamos las cuatro llorando, otra vez.

-haremos lo siguiente..- se separa de mi y se sienta a mi lado sorbiendose la nariz.

-haremos eso que nos pide, y luego nos vamos de la ciudad. No le diremos a David que nos vamos. Él solo te pidió que fueras a ese colegio y distrajeras a las personas, después que salgas de ahí estaremos en un taxi esperando por ti y nos vamos enseguida. Te parece?- lo medito por unos segundos, y en mi cabeza organizo todo.

-si Akari, eso haremos. Se lo contaremos a las chicas. Preparemos todo ésta noche y dejemos todo listo para irnos en cualquier momento- me entusiasmo viendo ese rayo de luz en este oscuro día.

Todas quedamos de acuerdo con el plan. Con mucho pesar y lástima recogemos todo de la pequeña tienda que nos costó tanto abrir. Hacemos el ultimo envío de productos, y los pocos que quedan los llevamos con nosotras a casa para poder venderlos apenas lleguemos a Preston, lugar que hemos escogido para mudarnos.

A las diez de la noche estamos empacando las cosas mas importantes para llevar con nosotras, miro mi closet vacío, la poca ropa que tengo ya esta en la maleta. Los utensilios para preparar nuestros productos están empacados en cajas, miro a Akari sacando su ropa del closet y metiéndola en la maleta, ella y yo compartimos habitación. Me siento horrible haciéndoles esto.

Mi celular suena haciéndonos sobresaltar a las dos y que Rita e Isa lleguen corriendo al cuarto. No quiero contestar, pero suspiro profundo llenándome de valor y tomo la llamada.

*-si?-

-hola linda, que tal tu día?- maldito David, cómo se atreve a hablar como si nada?

-qué quieres?- tomo fuerzas para hablarle como se merece, sin nada de respeto y con odio. El muy idiota ríe ante mi actitud.

-pero suenas enojada muñeca, por qué?- ruedo los ojos. Su voz solo me produce nauseas.

-basta! Habla de una vez y dime lo que tengas que decir- hablo con rabia.

-esta bien fierecilla, mañana, a las nueve en punto te quiero en el colegio. Solo tienes que distraer a las personas que estén dentro del cuarto donde esta la caja. Y ya sabes muñeca.. Nada de avisarle a la policía porque ya sabes que le puede pasar a tus queridas chicas- se ríe de mi el muy imbécil.

-vete a la mierda!- escupo, provocando que ría mas.

-nos vemos linda- se despide y cuelgo sin darle respuesta.

Me dejo caer en mi cama y tapo mis ojos con mis manos. Un nudo enorme se instala en mi garganta, tomo varias respiraciones profundas para disminuirlo pero no logro nada.

-que quería el idiota ese?- pregunta Isabel.

-mañana a las nueve tengo que ir al estúpido colegio- me siento en la cama y las miro.

Un silencio se hace, cada una en sus pensamientos. No se cuanto tiempo pasa cuando Akari habla.

-entonces, vamos, muévanse hay que terminar de empacar. Mañana nos vamos de aquí- da varias palmadas seguidas para animarnos y hacemos lo que nos indica.

A media noche ya todo esta recogido, apagamos las luces y nos vamos a dormir. No puedo conciliar el sueño, doy miles de vueltas en la cama sin poder pegar el ojo. Estoy tan nerviosa y asustada.

Qué pasa si me atrapan en el colegio como cómplice? Aunque, se supone que yo no haré nada. Y si luego la policía me atrapa y me acusan de complicidad? Cuántos años tendré que pagar en la cárcel? Miles de preguntas e hipótesis rondan mis pensamientos y me aturden.

Los rayos del sol empiezan a asomarse por el oscuro cielo, cada vez hay mas claridad y la oscuridad va desapareciendo.

Me levanto de la cama sin hacer ruido, entro al baño y tomo una larga ducha para tranquilizarme, pero mi corazón no deja de latir a un ritmo loco.
Salgo del baño y me visto, Akari ya no esta en la cama, seguro esta en la cocina. Termino de alistarme y salgo.

-buenos días chicas- las saludo.

Están sentadas en la pequeña mesita de la cocina con tazas de chocolate caliente en sus manos.

-buenos días Juls, toma- Rita me pasa una taza caliente de chocolate.
Bebemos en silencio, sabiendo lo que va a pasar dentro de unas horas.

-mientras voy al colegio, entreguen las llaves al señor Mike. Me esperarán en la esquina de la siguiente cuadra del colegio. Esta bien?-

-debería ir una de nosotras contigo-

-olvídalo Isa, no las pondré mas en peligro. Suficiente les he hecho-

-no te culpes Juls! Ya basta! No estas siendo justa contigo misma, tu no buscaste al idiota de David para que nos metiera en esto. Deja de culparte por favor- me regaña Akari.

-lo siento- es lo único que puedo decir mientras las lagrimas ruedan por mis mejillas.
Las cuatro nos abrazamos por un rato.

-basta chicas, vamos a alistarnos- Rita se separa y va a su cuarto que comparte con Isabel.

Akari tambien se va a nuestra habitación, seguida de Isa. Me quedo en la cocina, limpio mis lagrimas, reviso la hora, 8:00 de la mañana.
Suspiro profundo, me dedico a lavar las tazas donde tomamos el chocolate.

El tiempo pasa con tortura, por cada segundo que pasa parecen horas. A las ocho y media salgo de casa, camino hasta la parada de autobús y espero a que llegue. No pasan cinco minutos cuando ya esta enfrente mio, me subo y tomo asiento. Respiro profundo todo el trayecto hasta la avenida 72.

El autobús se detiene y bajo, me quedo observando el gran edificio, es uno de los colegios mas importantes de la ciudad, hay personas que entran y salen como si nada. "Tu puedes Julieth" me animo a seguir caminando y cuando me doy cuenta, ya estoy dentro del edificio.

Te odio porque te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora