Capitulo 5.

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"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho"
Cervantes.

El joven camina a mi lado, pasamos por varios pasillos con muchas puertas. Se que no debería pensar eso pero... Los chicos aquí están de infarto!
Hay algunos que hablan simplemente, otros con libretas y lápices, anotando quien sabe que. Otros entrenan, he visto algunos con las manos llenas de grasa, supongo que tambien hacen trabajos de mecánica.

Muchos se me quedan viendo, y eso me pone los pelos de punta, algunos comentarios subidos de tono pero los ignoro. Un hombre de mediana estatura viene caminando hacia nosotros con arrogancia y se detiene a pocos pasos de nosotros.

-yo la llevo- se dirige al hombre que tengo al lado, su mirada me recorre de pies a cabeza, provocando que me acerque mas al hombre con el que voy caminando, buscando protección.

-no. Me dieron la orden a mi de llevarla y eso haré. Hazte a un lado- mi acompañante habla claro y fuerte.

El idiota que tengo enfrente me guiña un ojo y pasa por mi lado invadiendo mi espacio personal, me alejo enseguida de él provocando que ría. Imbécil.

El hombre que tengo al lado me toma suave del codo y seguimos caminando, pasamos cerca de la puerta principal, esta abierta de par en par y se puede ver a mas hombres allá fuera. Miro todo con cuidado, viendo cualquier forma de escapar de aquí.

El lugar parece un castillo antiguo pero adaptado a la modernidad. Los muros, las escaleras, el piso todo grita "antigüedad" pero la poca decoración y muebles son todos modernos.

Entramos a un pasillo solitario, que solo tiene una puerta grande de madera tallada. El hombre toca y luego abre la puerta, me quedo en mi lugar, no quiero entrar, pero él me jala con un poco de fuerza y me hace entrar.

Es una oficina grande, tiene muebles elegantes, un escritorio de madera pulida oscura, con tallados hermosos. Tiene un minibar, es amplio el lugar y hay cinco hombres que me miran fijamente haciéndome sentir tan pequeña y desprotegida.

El "oji café" está sentado sobre una mesa pequeña y alta al lado de una ventana con vista al jardín, fumando, me mira como si yo fuese un bicho insignificante. El hombre que me apunto en el carro con un arma mientras veníamos hacia aquí, esta sentado detrás de la mesa me sonríe y me hace señas para que me acerque y me siente frente a él. Los otros tres hombres están sentados en los muebles de forma relajada. Son los mismos que nos trajeron hasta aquí, excepto uno.

-ven y siéntate. Recuerda que si colaboras tus chicas estarán bien- ruedo lo ojos y camino ante las miradas de estos cinco hombres; el que me trajo hasta aquí, ha desaparecido.

Tomo asiento, con la espalda erguida y le miro, trato de ignorar las otras miradas que queman mi espalda.

-Julieth, no?- pregunta mi nombre, si ya lo sabe para que pregunta? Idiota.

-si- respondo segura.

-muy bien Julieth, bienvenida a la organización!- dice abriendo los brazos con emoción, como si yo estuviese feliz de estar aquí.

-por qué nos secuestraron? Qué quieren de nosotras?- sin poder contener mas estas preguntas detrás mis dientes, lo suelto.

-a ver hermosa.. Aquí, soy yo el que hace las preguntas y tu contestas!- su tono es duro, aunque no alza la voz se hace escuchar fuerte y claro.

Tomo un suspiro profundo para tranquilizarme y no decir todo lo que en mi cabeza se esta formulando.

-quieres saber por que las "secuestramos"? Bien, te diré- su postura es relajada pero a la vez autoritaria.

Te odio porque te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora