Te odio porque te amo.

Capitulo 91.

•Narra Allek•

"Y cuando me sonríe juro que me alegra la vida, o me la desordena. No sé..."

Su piel esta erizada, puedo sentir los latidos desenfrenados de su corazón cuando beso el lunar de su cuello. Siempre soñé con besar y lamer este lunar. Un tímido jadeo sale de lo profundo de su garganta. Paso mi nariz por sus clavículas inspirando su dulce aroma. Mis manos que estaban quietas sobre sus muslos desnudos, ascienden y voy levantando la falda de su vestido, me alejo de ella y saco el vestido por su cabeza.
Oh mierda?! Que de bueno hice para merecer a esta mujer?

Su cara esta roja por la vergüenza, sus labios hinchados y entre abiertos por mis besos. Una imagen que me desborda y enloquece. Sus manos las deja sobre su regazo para taparse. Es tan tímida e inocente.

-eres hermosa Julieth- dejo claro. Pues para mi es muy importante que lo sepa.

-eres hermosa por dentro y por fuera. Eres la mejor persona que he conocido en mi vida- ella sonríe tímida.

Beso su nariz, su frente, sus mejillas. Mis manos codiciosas tocan su espalda, cintura, vientre y terminan por tomar sus piernas y envolverlas al rededor de mi. La tomo de la cintura levantándola de la mesa. Ella mete su cara en mi cuello. Camino con ella cargada hasta mi cama. Mis manos bajan a su trasero apretándola contra mi, sus brazos se aferran con fuerza a mi cuello cuando me siente y gime contra mi.

Me siento sobre la cama, tomo su cara para sacarla de su escondite y la miro a los ojos.

-simplemente, te amo- confieso. Ebrio con todo lo que ella me hace sentir. Ella sonríe, sus manos en mis hombros.

-te odio, porque te amo- dice y luego ríe al ver mi expresión.
Me odia, porque me ama. Cómo es eso?

-eso es bueno o malo?- pregunto; me contagia con su risa nerviosa y tímida.

-supongo que bueno. Te estoy diciendo que te amo- dice divertida, nos miramos sonrientes.

Mis manos jugando con su hermoso cabello. Miro cada detalle de su rostro, que hizo ella para atraparme? Como es que caí ante sus encantos?

Sediento de sus besos, vuelvo a sus labios.
Sin dejar de besarla la recuesto sobre mi cama, mis manos tocan todo su cuerpo, ya desesperado por quitarle las dos únicas prendas que cubren su deliciosa desnudez. Mi toalla ha caído en algún momento pero no me importa. No la necesito.

Bajo por su cuello, lamiendo y besando, sus clavículas, desciendo entre sus pechos mordisqueo suave haciendo que ella gima y se arquee contra mi pegando su pecho contra el mío, aprovecho para pasar mis manos detrás de su espalda y desabrochar con facilidad el sostén. Mis dedos con lentitud sacan las tiras de sus brazos.

Lleno de besos su vientre, ella se retuerce bajo mis caricias, aferrando las sábanas negras de seda. Todo su cuerpo esta sonrojado, y cuando creo que no es posible que este mas colorada, me demuestra que si es capaz de estarlo cuando con mucha lentitud y sensualidad bajo su ropa interior.

Esta vez todo es como debe ser.
Julieth no se asusta en ni un momento, vuelve a sentir un poco de dolor pero la distraigo con besos y caricias. Escucharla gemir mi nombre me vuelve loco y como si no fuese suficiente, ella me pide que la bese todo el tiempo. Y como voy a negarme?
Esta mujer podría pedirme una estrella y yo haría de todo por dársela en el menor tiempo posible. Ella se ha convertido en un ser tan indispensable en mi vida. En algo que jamás pensé que necesitaría. Que no sabía que iba a necesitar. Ella es mi calma, la brisa fresca que apacigua mi calor.

Ambos seguimos acostados en mi cama. Mis brazos rodeando su cintura manteniéndola pegada a mi. Ella esta callada y somnolienta pero no se ha dormido. Yo, peleo con el sueño. No quiero dormir y volver a tener una pesadilla estando ella presente.