Te odio porque te amo.

Capitulo 51.

-en seguida- me promete y le creo.

Sus ojos ya no tienen maldad, no son fríos. Ahora son cálidos, y confiables.
Tomo un profundo suspiro tratando de calmarme.

-esta bien. Hazlo- le doy permiso.

Todo mi cuerpo me duele, es como si un camión pesado hubiese pasado encima de mi.
Tengo verdes y rojos por todo mi cuerpo y cada uno me duele.

-tambien revisaré tus costillas. Te dolerá un poco pero sabremos si hay algo extraño. Bien?- asiento con la cabeza.

-si quieres que me aleje solo tienes que decirlo-

-aja..- Allek se acerca un poco mas a mi y me pongo aun mas nerviosa.

No son los mismos nervios que he experimentado antes con su cercanía, estos nervios son diferentes, asustadizos. Estoy tensa.

Sus manos con cuidado y precaución van hasta mi rostro. Sus dedos tocan mi cara y me estremezco pero no me alejo. Palpan todo mi rostro, hago muecas dolor cuando toca mi ceja izquierda, tambien cuando va a mis mejillas.

-él te golpeo la cara con sus manos o puños?- su aliento hace cosquillas en mi piel.

-manos..-

Observo su rostro en todo momento, su ceño esta fruncido, él no me mira como Connor, lo hace totalmente diferente. Preocupación, amabilidad y creo que ternura.
Sus dedos indice van a mis labios y palpan de comisura a comisura, no puedo evitar alejarme por el dolor cuando toca justo donde Connor me mordió.

-y ésto como lo hizo?- su voz esta pintada de rabia.

No respondo, me avergüenza decirlo. Bajo mi cabeza para no mirarlo a la cara, sus manos se alejan de mi y se que me mira fijamente.

-Julieth. Por favor, dime como te hizo esa cortada- respiro varias veces y luego le digo.

-me mordió..- lo escucho tomar aire con brusquedad.

Le miro, sus ojos están cerrados con fuerza, su mandíbula apretada y sus manos hechas puños con los nudillos muy blancos. Allek esta enojado, muy enojado.

Dubitativa me atrevo a poner una mano sobre su puño derecho que reposa sobre la cama para que se relaje y continúe examinándome. Apenas lo toco su puño pierde fuerza, abre los ojos y relaja su mandíbula.

-sigamos..- dice después de unos segundos de vernos a los ojos.

Sus manos ahora van a mi cuello, es vergonzoso que vea los chupones horribles que me dejo el desgraciado de Connor. Los toca con cuidado y maldice entre dientes. Pasa sus dedos por mi clavícula, no dejare que vea mis senos, Connor me ha maltratado muy feo uno de ellos, sus pellizcos me han dejado la piel muy roja y adolorida.

Pasa a mis hombros me encojo de dolor apenas me toca y quito sus manos de un manotazo inconscientemente.

-se que duele, pero tengo que ver que no se hayan desencajado o roto-

-me duele mucho- me quejo con los ojos húmedos del dolor que siento.

-cuéntame por favor como pasó?- es una suplica, él me ruega con su voz y ojos que le cuente.

-yo ya estaba cansada y quería regresar a la habitación..- empiezo a contar.

Primero me mira atentamente sin moverse, pero a medida que voy relatando lo sucedido sus manos vuelven a tocarme en busca de fracturas.

-..te juro que yo me asegure de que él seguía en el patio y tambien de que nadie me siguiera..- me interrumpo por un jadeo de dolor cuando toca mis costillas por encima de la blusa.