•Narra Allek•"Yo era simplemente ciego, surgiendo y escondiendo te, tu me regalaste la vista. De esa manera se dejan huellas"
Joseph BrodskyOh mierda! Quiero quitarle el puto vestido.. O tal vez si se lo dejo puesto y la hago mía con él. Ambas son muy tentadoras opciones.
Su espalda descubierta es una gran tentación. Su cabello esta recogido pero algunos mechones se escapan. El vestido negro se adapta a cada curva de su cuerpo a la perfección.
Sus labios rojos son mi perdición.Juro que nunca en mi vida he visto una mujer tan perfecta, una mujer que despierta mis deseos con solo su presencia. Una mujer que con solo mirarla mi cuerpo y mente se descontrolan.
-quiero hacerte mía Julieth- murmuro atormentado.
Ella me mira sorprendida y avergonzada. Su cara esta tan roja, estruja sus manos, sus ojos me evitan y mordisquea sus labios haciéndome sufrir.
Me acerco a ella despacio, hipnotizado ante tanta tentación. Su respiración se acelera y sé que esta nerviosa. Cuando estoy a pocos centímetros de ella suspiro profundo inhalando su aroma.
Unos tacones altos que la hacen ver muy sexy adornando sus pies, pero eso no es suficiente para hacerla llegar hasta mi altura. Sus tímidos ojos miel me miran con inocencia, temor, dudas, vergüenza y eso la hace única, especial.
Con nuestras miradas conectadas, mi dedo indice roza la suave piel de su mano y poco a poco lo voy llevando por todo su brazo. Ella se eriza, tiembla y respira con dificultad. Sus ojos se cierran cuando llego a su hombro y voy a su cuello. Me acerco a su oreja y susurro.
-quiero besar cada parte de ti. Quiero sentir tu calor, tu piel. Quiero embriagarme con tu aroma. Tomar todos tus besos y ahogar tus gemidos. Quiero acariciar todo tu cuerpo. Quiero hacerte mía. Quiero sentirte mía. Quiero que seas mía-
Julieth esta congelada en su lugar, petrificada. Seguramente traumatizada por mis palabras. Sorprendida, acalorada, temblando, su corazón a mil.
Aprovecho su aturdimiento y poso mis labios en su cuello dejándolos un par de segundos para sentir su loco pulso.Me alejo y la miro, sus ojos están cerrados con fuerza y sonrío. Ella siente deseo hacia mi. Se que al igual que ella a mi, yo la afecto. Sus deseos se despiertan cuando le hablo al oído y la beso. Se que debo ser paciente pero esta espera me esta matando.
Resopla, toma una inspiración profunda temblorosa. Luego abre sus ojos y me observa.
Retiro mi dedo de su hombro.-estas lista? Podemos irnos?- pregunto como si nada me estuviera afectando.
Asiente con su cabeza aun aturdida.
-vamos- le ofrezco mi brazo y ella duda pero al fin lo toma y juntos salimos de la habitación encontrándonos con el imbécil de Rayner.
-que mujeres tan hermosas nos acompañan. Somos muy suertudos- toma la mano de Julieth y deja un beso sobre ella.
Eso me enfurece y quiero matarlo solo por tocarla, la atraigo mas a mi y la abrazo por la cintura para alejarla de ese malnacido.
Ella es mía.-no es suerte. Es ser bendecido- respondo arrogante.
El idiota va a seguir creyendo en la suerte cuando lo mate.-aún sigues sin creer en la suerte Allek? Las bendiciones son algo estúpido, eso de religión y Dios no va conmigo- molesta Rayner, que abraza a su novia de la cintura.
No soy el mejor creyente pero se que un ser divino y todopoderoso existe.
Solo asiento con mi cabeza sin darle tanta importancia y luego señalo el pasillo que conduce al ascensor.
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Te odio porque te amo.
AcciónA todos en la vida, llega un momento en el que nos sorprende el destino, dándonos una gran vuelta a nuestro diario vivir, bueno... A estas hermosas chicas la vida les cambiara de la noche a la mañana. Conocerán a unos hombres que las lastimaran, y l...