Te odio porque te amo.

Capitulo 24.

.Allek.

Tomo una ducha con agua helada para despejarme, me visto y salgo.

-buenos días jefe- me saludan mis hombres cuando paso por los pasillos.

Hay hombres mucho mayores que yo y que están aquí mucho antes de que yo llegará, yo debería demostrarles mis respetos, pero el señor Adolf se encargo de que ellos me tuvieran respeto a mi. En realidad me gané el respeto de todos con trabajo duro. No soy arrogante con mis mayores, les respeto y trato bien, esa es la razón por la cual ellos tambien me respetan.

El desayuno me lo traen a mi oficina, solo tomo el café y como unas tostadas, el resto lo dejo en la bandeja. Tocan a la puerta, doy permiso para que entre quien quiera que este detrás de la puerta.

-buenos días Allek. Estamos listos-

-buenos días- respondo.

Ian, Jack, Keith y Matt, solo falta Valentino y Julieth.

-sus armas están listas?- asienten ante mi pregunta.

-Matt, sino quieres ir con nosotros no tengo ni un problema. Es tu decisión si quieres o no ir- miro al viejo desde mi silla detrás de la mesa.

-no tengo problemas Allek, se que estoy viejo pero aun sigo fuerte! Puedes preguntarle a mi esposa- todos rompemos en risas al escucharle.

-esta bien Matt. Como quieras- digo después de recobrar el aliento.

La puerta vuelve a ser tocada, doy permiso y ésta se abre mostrando a Valentino y a Julieth. Saludan y se quedan de pie al lado de los demás.

Me pongo de pie y camino hasta estar enfrente de mi grupo seleccionado para esta misión. Ella va vestida con un jeans azul con pequeños rotos en las rodillas, una simple blusa de algodón negra que se adhiere muy bien a sus formados y medianos pechos para después quedar ancha ante su pequeña cintura y abdomen. Ella se ruboriza al ver como la escrutiño, su mirada enseguida se aparta de la mía.

-muy bien, es hora de irnos. Nada de errores y como siempre, por favor, sigan al pie de la letra el plan- empiezo a dar las últimas instrucciones.

Puedo sentir la tímida mirada de Julieth, ella cree que yo no me doy cuenta que me mira.

-Matt, esperarás hasta que salga Ian, cuando él suba contigo se podrán ir sin inconvenientes. En la organización de refugiados les estarán esperando. Julieth ayudara a sacar a esas personas de ese lugar y subirlas en el bus- se tensa cuando pronuncio su nombre. Puedo ver cuán ansiosa y nerviosa está.

-Valentino, busca a tus dos hombres. Ellos irán contigo en un carro, ustedes escoltaran al bus que ira manejando Matt. Ian, tu tambien haz lo mismo. Recuerden, solo son dos hombres por cada uno de ustedes. Pueden ir a buscarlos y esperar afuera. Tengan los carros listos y esperen a que salgamos- ordeno, sin rechistar ambos hombres salen de mi oficina.
Julieth mira a Valentino como si quisiera irse con él.

-Matt, tu solo llevas a un hombre contigo. Me gustaría que llevaras dos, esta vez manejaras un bus no un carro- respeto a Matt, demasiado.

Él ayudo en la fundación de ésta organización, por eso siempre le permito tomar sus decisiones y no se las refuto.

-no hijo. Estaré bien con uno solo. Aparte Ian después ira conmigo-

-muy bien, como quieras. Puedes ir a buscar a tu hombre, revisen bien el bus antes de salir- el viejo se encamina hasta la puerta.

-Matt- lo llamo antes de que salga.

-ponte el chaleco. Es una orden y no quiero que me contradigas-