Capitulo 43. II

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-hoy llevarás un arma. Ya sabes utilizarla, esta demás decirte que si necesitas usarla, la usas sin pensarlo dos veces- me mira, esperando a que yo me queje o haga alguna mueca de desagrado.

Idiota! Si tengo que llevar un arma, lo haré. No le daré el gusto de verme intimidada.

-esta bien- contesto mirando sus penetrantes ojos.

Una sonrisa lobuna decora su cara al escuchar mi respuesta.

-siempre tan valiente pero se acobarda de un beso- murmura pero le escucho claro, se pone de pie y camina hasta el armario.

No puedo evitar no abrir mi boca por la sorpresa.

Él NO acaba de decir eso. Me cree cobarde? He pasado muchas cosas, incluyendo los malos ratos que él mismo me ha echo pasar, y ahora tiene el descaro de decirme cobarde! Pero que se cree?

Me pongo de pie y le miro, juro que mis ganas de matarlo cada vez crecen mas. Es un odioso!

-no soy una cobarde!- espeto con rabia.

Se gira y me mira con una sonrisa burlona en su cara y sus ojos entrecerrados.

-ah no?- el arma se ve tan liviana en sus grandes manos.
Mi cara esta caliente de la rabia y solo quiero golpearlo.

-no, no soy ni una cobarde. He pasado por mucho y me he demostrado a mi misma que no soy una cobarde- hablo con rabia contenida.

Empieza a dar pasos hacia donde yo estoy, su sonrisa maliciosa y su mirada burlesca no se esfuman. Guarda el arma en su espalda sin detener sus pasos.

-puede que seas valiente en muchos aspectos, pero ayer.. Huiste cuando te bese- se esta burlando de mi el muy hijo de puta.

Cierro mis manos en puños con tanta fuerza que me tiemblan. Por su bien es mejor que no me entregue el arma porque sino la descargaré en él.

-no huí, no me acobardé. Lo de ayer no tuvo porque haber pasado. Tu me secuestraste, me trajiste a un lugar a entrenar como militar y a obligarme a trabajar en este lugar. Me ha tocado tenerte como mi jefe. Y para que sepas entre jefe y empleado no puede haber..- me detengo abruptamente cuando lo tengo enfrente a solo un paso.

Me felicito internamente porque no retrocedí ante su cercanía, pero creo que se debe mas a que he estado defendiéndome y la rabia que trato de controlar.

-no puede haber... Qué? Algún tipo de relación? Contacto físico? Quién mierda dice eso?- termina mi frase, resopla como si lo que acabara de decir fuese absurdo.

-es mi mansión, mi cuartel y yo impongo mis reglas- presume.

-podrá ser así, pero no tienes ni un derecho en besarme- idiota presumido.
Que se cree? Que me puede manejar a su antojo?

Alza una ceja y ríe. Se ve tan jodida mente hermoso riendo de esa forma.
"Ey! Se esta burlando de ti" me regaña mi conciencia. Frunzo mas el ceño y cruzo mis brazos sobre mi pecho.

-no me puedes decir que no lo disfrutaste. Me seguiste el beso y luego huiste- punto para él.

Es cierto, lo disfrute y le seguí, pero no admitiré eso! O sea! Primero esta mi dignidad.
Ruedo los ojos y resoplo.

-no huí y no disfrute el beso! No te creas tanto. Te aclaro que me fui porque no quería que lo volvieras hacer. Vi la intención en tus ojos de volver a hacerlo, y antes de que sucediera me fui- le miro a los ojos. Su iris café tienen manchitas un tono mas claro que el café normal del resto.

-claro que disfrutaste el beso.. Te demostrare que si!- me amenaza, no he comprendido del todo lo que ha dicho cuando sus manos toman con fuerza mi cara y me acerca a la de él.

Abro los ojos y boca por la sorpresa, mis manos pasan a sus brazos para no caer por el brusco movimiento.
Apenas sus labios tocan los míos un jadeo se nos escapa a ambos, toda esa rudeza y violencia pasan a segundo plano, pues ahora sus labios están siendo suaves y muy delicados.

Oh mierda! Cielo bendito, por favor ayúdame!

Estoy siguiendo el beso. Sus labios atrapan los míos, su lengua invade mi boca y me avergüenzo porque al instante un gemido sale de lo profundo de mi garganta. Su boca tiene un sabor a cigarro pero no es nada desagradable. El beso es suave pero envía corrientes eléctricas por todo mi cuerpo como si al estar en contacto con él, chispas se disparan de ambos cuerpos.

Un miedo me invade, pero es un miedo diferente, nunca antes lo había sentido. Es un miedo lleno de dudas, de terror. No es miedo a Allek, es miedo a lo que estoy sintiendo en estos momentos con sus labios entre los mios.
Que estoy haciendo?! Que estoy sintiendo? Que pasa con mi estomago? Que pasa con mi corazón?! Parece que todo en mi se ha detenido. No puedo dejar de funcionar ahora mismo. Necesito salir de este embrujo.

La intensidad del beso disminuye, mis labios hormiguean y arden al mismo tiempo, mis manos se aferran con tanta fuerza a sus brazos pero él no se queja. Sin soltarme la cara, apoya su frente en la mía, no se cuando cerré mis ojos pero aun no me atrevo a abrirlos. Nuestras respiraciones y alientos chocan bruscos.

-lo has disfrutado..- susurra con la voz jadeante.

Maldi.. Claro que lo he disfrutado. Ser besada por Allek es indescriptible! Es como si.. No se.. Él es tan rudo y violento, es un asesino, así que cuando te besa solo puedes esperar por un beso brusco, violento, apasionado.. Mas te equivocas cuando en verdad eres besada por éste asesino, porque te das cuenta que sus besos son suaves, delicados, sin dejar de ser apasionados, te dejan sin aliento pero con ganas de mas.

Soy una estúpida, me ha demostrado que soy una tonta y que me dejo besar cuando él quiera. La ira vuele a hervir en mi sangre, sin que se lo espere suelto sus brazos, y con mis manos empujo las suyas de mi cara apartando lo por completo. Me mira asombado, pero no ha terminado de creer que lo he empujado cuando la palma mi mano se estrella en su cara.

-imbécil! Yo no soy una cualquiera que se deja besar cuando se te de la gana- escupo furiosa.

Ah?! Que acabo de hacer? He dado una cachetada al asesino mas asesino y temido del cuartel.
Retrocedo cuando sus ojos me miran, esta enfadado, su ojos pasan de ser café a ser negros. Su respiración es acelerada.
Me matará. Ha llegado mi hora de morir.

Nos miramos, él con furia y yo con miedo.
Oh Dios mio. Como me he atrevido a golpearlo? Y si ahora si me va a matar?
Da un paso cerca a mi y yo retrocedo. Ahora si soy una cobarde, choco con la mesa y se que ya no tengo escapatoria.

Se acerca, invadiendo mi espacio personal, mi corazón se saldrá de mi pecho en cualquier momento. Moriré de un paro en el corazón!

Alza su mano y creo que me va a golpear, por eso cierro los ojos, hago mi cara a un lado y me encojo inconscientemente en mi lugar.

Siento como mi pañuelo se desliza lentamente por mi cuello dejándolo expuesto. Abro mis ojos sorprendida al no sentir dolor, pero si un frío en mi cuello expuesto.

-esta mierda no me dejaba ver tu bello cuello con ese puto lunar- lo miro sorprendida, extrañada, confundida.

Mi pañuelo esta siendo arrugado por un puño que se que esta apretando mucho. Subo mi mirada de su puño a su cara.

Nos miramos unos segundos, yo sin saber que hacer o decir. Estoy tan des ubicada. Y él me mira con el ceño fruncido y mirada oscura que solo te da a entender que si sigues mirando todo a tu alrededor estará así de oscuro.




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Te odio porque te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora