Te odio porque te amo.

Capitulo 13.

Ante mis ojos aparece una oficina, muy elegante y limpia. Y todo en madera oscura, hasta el piso. Es un lugar muy elegante, tanto, que transmite cierto peligro. No se como explicarlo.

Una mesa grande de madera con su silla detrás, están del lado izquierdo de la habitación; mas atrás, en la pared enmarcado en madera tallada, hay un óleo espectacular que retrata un caballo enorme y hermoso color negro, con una mujer encima de él vestida con pantalón blanco, botas altas negras, una camisa azul, el cabello castaño debajo de un sombrero tejido de paja muy bonito que esconde casi todo el rostro de la mujer, pero el cuadro es realmente hermoso, igual que el paisaje que se ve detrás de ellos. Lo observo por varios segundos anonada.

En el centro de la habitación hay un juego de muebles color crema y una mesita de centro tambien de madera.

Del lado izquierdo hay una mesa grande de juntas, y como no.. Tambien de madera oscura. Todo es limpio y pulcro.

Serio, elegante, peligroso, misterioso e intimidante; igual que el hombre que me acompaña.

Allek camina hasta la mesa y toma la laptop de ella,

-si quieres podemos sentarnos allí- señala la mesa de juntas.

-me parece bien- camino con él a mis espaldas, puedo sentir su mirada en mi. Es escalofriante.

Tomo asiento, y él tambien. Muy cerca para mi gusto y tranquilidad. Respiro profundo y trato de tranquilizarme. Pone el computador frente a los dos y aparece la imagen de un hombre.

-él es Karolek Leonti. Ruso. Vive actualmente aquí en Preston, treinta y nueve años...- su voz gruesa me hipnotiza mientras habla sobre el hombre ruso, menciona todos los datos personales.

Mi mirada fija en la pantalla, y la de él en mí. En la pantalla no ha aparecido mas nada, debo verme como una cobarde por no verlo a los ojos, o al menos a la cara. Tomo valor y volteo a mi derecha encontrándome con unos iris cafés muy oscuros.

Ahora que le puedo ver de cerca, sus ojos en realidad son hermosos si le quitas el frío que emana. Su cabello oscuro mantiene un corte muy bajito al estilo militar. Sus labios no son tan rellenos pero se ven tan suaves y...

DESPIERTA!

Me grita mi voz interior, reaccionó. Pero que estúpida soy! Me quede mirándolo fijamente, en sus labios hay una fina sonrisa, agacho mi mirada y siento mi cara arder. Se ha dado cuenta. Pero que momento mas vergonzoso he pasado! El peor de mi vida!

Miro la pantalla del computador nuevamente, no debería quitarla de ahí! me regaño a mi misma.

-estaremos un buen tiempo vigilándolo. Es un enfermo, secuestra niñas sirias que han llegado al país para escapar del conflicto que hay en su tierra natal y él aprovecha para secuestrarlas y luego venderlas como esclavas sexuales-

-QUÉ?!- exclamo horrorizada con mis ojos bien abiertos y la ira apoderándose de mi, olvidando lo que hace unos segundos paso, le miro.

-si, eso es lo que hace. Y no solo niñas, tambien niños y jóvenes. Y nosotros le dañaremos su trabajo-

-pero.. Por que lo hace? Por que hay personas que las compran?- estoy realmente sorprendida, enojada, horrorizada.

Mi corazón se ha estrujado, mi mirada pasa a la pantalla, y siento como el odio hacia el hombre que esta en ella, crece dentro de mi.

-son niñas y jóvenes vírgenes, hay hombres y aunque no creas tambien mujeres que pagarían cualquier precio por estar con uno de ellos. La maldad, la codicia, el poder, todo eso lleva a las personas a hacer cosas tan depravadas para obtenerlas- me explica. Mi atención esta completamente en él.