Te odio porque te amo.

Capitulo 11.

"La fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable"
Indira Gandhi.

Llego y me tumbo en la cama, las chicas se me acercan y empiezan a preguntar. Les doy una explicación resumida y les aviso que saldrán en una misión.

-que genial!- exclama Akari contenta.

-me cambiare y pondré algo mas cómodo- Rita camina hasta el armario y empieza a sacar ropa.

-chicas tengan mucho cuidado, mantengan se siempre al lado de ellos- les pido.

Por que les tiene que gustar el riesgo y ser tan temerarias? Estoy preocupada por ellas y ellas están felices.

-por favor chicas, cuídense y regresen sanas- Isa esta mas nerviosa que cualquiera de nosotras.

Pasa el rato, Akari y Rita se han cambiado de ropa optando por jeans ajustados, blusas con mangas largas y zapatos bajitos y cerrados, viendo se ambas espectaculares.

Isa y yo no hemos parado de decirles que se cuiden y tengan mucho cuidado, que no se alejen de Matt.

Tocan a la puerta, Rita abre y aparece Keith, nos mira una por una, demorando se en Isa haciendo que ella se intimide y baje la mirada y él mostrando una sonrisa arrogante.

-nos vamos bellezas. Veamos que tan ruda eres leona- le habla a Akari que le fulmina con la mirada.

Isa las abraza como si no fueran a regresar.

-no te preocupes muñequita de porcelana, tus amigas regresarán- la molesta Keith.

-no juegues con Isa- Akari amenaza a Keith.

-y si quiero, qué? Me matarás?- la desafía él.

-ya basta! Vaya a hacer lo que tengan que hacer- interrumpo antes de que se maten a palabras.

-vamos- ordena Keith.

Mis amigas salen dejándonos nerviosas. Isa me mira con tristeza y miedo.

-ven aquí Isa- le pido y ella se acerca a mi enseguida, la abrazo.

-ellas regresaran bien. Matt no va a permitir que les pase algo. Ellas son fuertes e inteligentes, no hay de que preocuparnos- trato de creerme mis propias palabras.

-pero Keith es malo, y estoy segura que dejará que les hagan algo, sobretodo a Akari-

-no Isa. Él no hará eso. Recuerda que ellos nos protegen- me separo de ella y la tomo de las manos.

-porque no mejor, entras al baño y llenas la tina y te relajas un rato. Yo estaré pendiente-

-y si entra alguien?- dice dudosa.

-no permitiré que nadie entre. Ve al baño- le prometo. Me sonríe y hace lo que le pido, eso la relajará y podrá dormir tranquila.

Cuando entra al baño y cierra la puerta, enseguida me asomo por la pequeña ventana para ver si logro ver a las chicas. Cuatro camionetas negras salen una detrás de la otra por las rejas abiertas, no puedo ver quienes van dentro porque el vidrio es igual de negro que la pintura del vehículo, pero supongo que mis chicas van en uno de esos. Solo le ruego al cielo que no les pase nada. Cuando ya no puedo ver el ultimo carro, me aparto y vuelvo a mi cama.