Te odio porque te amo.

Capitulo 96.

•Narra Allek•

Es tan relajante verla dormir. Mis dedos acarician la suave piel de su cintura desnuda. Como puede siquiera pensar en que yo podría abandonarla?
Es lo mejor que me ha pasado en la puta vida y por nada en el mundo me atrevería a dejarla.

Esta paz y tranquilidad que siento ahora mismo con ella a mi lado es indescriptible y nunca antes lo había experimentado.
La amo, y la amo tanto que no puedo siquiera fijar un limite.

Ahora siento que conozco todo de ella. Su mayor miedo, ser abandonada. Todo culpa de sus padres, como pudieron dejar a una niña tan hermosa, sentimental, valiente y guerrera sola?
Otro de sus miedos, supongo que ya superado, el que le planto Connor pero como me lo prometí a mi mismo y a ella, la he ayudado a superar. Esta noche ha sido especial, no sintió miedo en ni un momento ni me alejo de ella asustada.

Que la hace feliz? Cosas tan simples como estar rodeada de personas que ama.
Algo que desea con todo su corazón, ser madre. Y eso puedo cumplirlo con mucho gusto. Tal vez no ahora pero si en el futuro.

Me gusta hacerla sentir tranquila, hermosa, amada y segura. Recordarle que es valiente, fuerte, y mi tranquilidad.

Beso su hombro, luego su frente.
Debo intentar dormir, la mañana sera muy ocupada. Tengo miles de cosas por hacer.
Cierro los ojos y trato de dormir. Las imágenes de lo que estuvimos haciendo hace poco se reproducen en mi cabeza y sonrío feliz. Ella me hace sentir feliz, lleno de sensaciones tan nuevas pero placenteras.
Con esas imágenes logro quedarme dormido.

Siento que he dormido una eternidad, abro los ojos y sonrío con suficiencia. La mujer a mi lado sigue dormida. Ayer fue un día muy agotador y, bueno, no es que yo la haya dejado dormir suficiente.

Reviso la hora, seis de la mañana. He perdido mi hora de entrenamiento, pero no importa. Al menos pude dormir un par de horas.
Me pongo de pie y con cuidado de no hacer ruido, entro al baño a tomar una ducha.

Cuando estoy listo, me acerco a la cama y contemplo a mi novia. Su cabello regado sobre la almohada.
Esta acostada de lado, la sábana negra solo cubre sus pechos, caderas y parte de sus piernas. Me acuesto a su lado, paso mi mano de su vientre hasta su espalda provocando que se erice y se remueva, sigo acariciando la y dejo mi mano sobre su trasero.

-Allek..- murmura con pereza.

Suspira profundo y abre los ojos con dificultad, la luz del sol le molesta.

-buenos días belleza- saludo sonriendo.

-buenos días-

Mis dedos acarician la suave piel de su trasero.

-puedes quitar tu mano?- cubre todo su cuerpo con la seda.

-no. Me parece que esta en el lugar donde debe estar-

Ella rueda los ojos y toma mi mano con la suya.

-ya estas listo. Que hora es?- pregunta mirando hacia la ventana.

-son las seis-

-oh! Tengo que ir a mi habitación- dice preocupada.

-no creo que tus chicas digan algo. Ya saben que estamos juntos-

-si, pero no quiero escuchar sus preguntas. La ultima vez fueron muy molestas- rueda los ojos.

Su cabello esta desordenado, sus mejillas sonrosadas y sus ojos hinchados. Se ve muy hermosa.

-esta bien. Ve. Te espero en mi oficina. No hay entrenamiento. Hoy hay mucho trabajo-
Ella asiente con la cabeza.

Me subo sobre su cuerpo sin poner mi peso sobre ella y la beso hasta quitarle el aliento. No me voy sino hasta robarle una vez mas, gemidos y darle placer. 
Que buena forma de empezar el día. Sonrío mientras camino hasta mi oficina.