Capitulo 22.

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Quien iba a decir que en este lugar íbamos a encontrar a un hombre que sintiéramos como un padre, y otro como un hermano.
Se que el tiempo que llevamos aquí es poco, pero aun así la forma en que nos tratan y hablan ha sido tan buena y sincera que se han ganado nuestro respeto y cariño.

En cambio, con los otros cuatro odiosos, no es que llevemos una buena relación. Akari sigue en su plan de hacerlos molestar, Isa ya no le teme tanto a Keith pero no es que se lleven muy bien. Rita es inteligente y sabe mantenerse al margen con esos hombres. Y yo, pues intento mantener distancias, hablar lo necesario y no involucrarme tanto con ellos.

Ya hemos terminado nuestro entrenamiento hoy, vamos caminando hacia nuestra habitación acompañadas de Valentino. Las chicas van adelantadas hablando de no se que cosas. Yo voy unos pasos mas atrás con Valentino.

-sabes que el día que nos secuestraron, fueron muy bruscos con nosotras?- me mira enseguida y abre los ojos.

-cómo? Las maltrataron?- pregunta preocupado y al parecer empieza a enojarse.

-Allek nos saco a la fuerza del carro. Y no fue nada amable-

-Allek aveces se pasa. Hay momentos en los que sus demonios se apoderan de él y le hacen actuar como un total imbécil-

-estábamos muy asustadas cuando David fue a amenazarme. No teníamos donde quien ir para que nos ayude- digo con tristeza. Valentino toma mi mano y me mira a los ojos.

-ahora no están solas. Me tienen a mi y a mi padre- me sonríe y yo le regreso mi mejor sonrisa. Le doy un abrazo que le toma por sorpresa y me corresponde.

-hey! Abrazo grupal- Akari chilla al vernos y viene corriendo hacia nosotros, se cuelga de la espalda de Valentino, Rita e Isa son un poco menos bruscas y nos abrazamos.

-eh Valentino! Quien como tu! Abrazado por cuatro bellezas- le grita un hombre.

Nos deshacemos del abrazo, Valentino mira a su compañero y le sonríe.

-soy afortunado- alardea.

Hoy ya vamos a tratar los últimos puntos de la misión, no se porque yo tengo que estar entre ellos, no se nada sobre planes y esas cosas.

-ya hablaste con tu chica?- Valentino y yo vamos camino a la oficina de Allek.

-no, aun no. Todo esto de los sirios y la organización de la misión me ha mantenido ocupado. Pronto lo haré- le regalo una sonrisa, no lo voy a presionar. Él solo lo hará cuando se sienta listo.

-lista?- me pregunta antes de abrir la puerta.

-nunca estaré lista para ver al diablo- resoplo y él rie.

-eres una exagerada- abre la puerta y se adentra, yo le sigo.

Allek nos mira entrar, él, Kian y Matt están sentados en la mesa grande.

-hola chicos- saluda mi acompañante.

Yo solo murmuro un "buenas" y me siento lo mas alejada de la punta de la mesa. No quiero estar cerca de un hombre que me mira como si quisiera matarme.

-muy bien, ya que estamos todos..- Allek empieza a hablar cuando ya Ian y Jack han llegado y se han ubicado en sus asientos.

Todos hacemos silencio mientras el hombre que esta sentado en la punta de la mesa sigue hablando.

Da instrucciones sobre cómo se llevará a cabo la misión, su tono autoritario lo hacer ver tan... Varonil. No se le puede quitar a éste hombre que a pesar que es odioso y amargado esta muy bien dotado por la naturaleza.

-.. Es muy importante tener cuidado cuando lleguemos a donde estén esas personas. Estarán asustados y no confiarán en nosotros... Por eso, Julieth, tu irás con nosotros-

-qué..?- digo sorprendida y sin pensarlo. Que voy a ir a hacer yo en una misión?!

Le miro, pero como siempre, no puedo sostener su mirada y la desvío hacia los otros presentes.

-tal vez cuando te vean, sobretodo las niñas y las pocas mujeres, no se asusten tanto. Con nuestra presencia se pondrán peor. Así que me parece que si tu nos acompañas, podrás ayudarnos a sacarlas de ese lugar sin tantos problemas-

-Allek tiene razón. Sabrás lidiar con ellas, nosotros no- Matt me habla.

Puedo salirme de esta? No creo.
"No seas cobarde Julieth. Esas personas necesitan de tu ayuda" me grita una vocecita en mi cabeza.

-bien- digo un poco insegura.

Allek sigue hablando y dando detalles, todo esta listo y mañana a primera hora salimos en la misión.

Mi noche es larga, trato de tranquilizarme, y poder dormir un rato. Pero las dudas me asaltan; que pasa si llego a arruinar la misión? Tal vez me equivoque en algo y por mi error la misión fracase.
Valentino y yo estuvimos hablando. Me dio palabras de aliento para que me tranquilice. Él dice que soy buena en esto, que podré hacerlo tan bien como lo hice la vez que fueron a la oficina del ruso. Pero es que esa vez yo estaba bien lejos del peligro, mañana estaré frente al peligro.

Todo sea por ayudar a esas personas, tengo que ser fuerte y valiente para salvarlos. Puedo hacerlo!
Y con ese ultimo pensamiento, me quedo dormida. Hay momentos en la noche que despierto pero a los minutos vuelvo a dormir.

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Disfruten de la lectura y gracias por las estrellitas y comentarios 💜

Te odio porque te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora