Te odio porque te amo.

Capitulo 17.

"Haz lo que puedas, con lo que tengas, estés donde estés".
Theodore Roosevelt.

Estoy lista esperando a Valentino, llevo puesto una falda corta y ancha de jeans, con una blusa de encaje beige por dentro, zapatillas bajitas del mismo color que la blusa, mi cabello lo he dejado suelto para que se seque.

-que tal éste vestido? O mejor me quedo con el pantalón vinotinto?- Akari nos muestra prendas de ropa.

-Te has probado cuatro mudas de ropa y aun no te decides! Vendrán por nosotras y no estas lista-

- Rita! por que en vez de regañarme no vienes y me ayudas a escoger algo?- mi amiga rueda los ojos y se levanta de la silla para auxiliar a Akari.

Isabel ya se ha ido, Keith vino por ella hace menos de cinco minutos. Mis amigas buscan entre el montón de ropa mientras yo sigo sentada en mi cama.

Tocan a la puerta y me levanto.

-debe ser Valentino, me voy chicas- aviso.

-esto está bien?- observo a Akari, un jeans azul claro bota pitillo moldea sus piernas y trasero a la perfección, un top rojo y una camisa blanca con los botones abiertos.

-estas perfecta, Ian no podrá concentrarse- le aseguro. Pues ese es su objetivo el día de hoy.

Salgo del cuarto antes de que vuelva a cambiar de opinión.

-lista?- Valentino es y se ve atractivo. Unos jeans oscuros, y la típica blusa blanca adherida a su bien formado torso.

-que tanto me miras?- río y empiezo a caminar.

-Valentino, tienes novia?- acelera sus pasos y se hace a mi lado.

-por que la pregunta? Me estas coqueteando?-

-eres muy simpático para estar solo- soy sincera y me siento en confianza con él para hablarle así.

-bueno, si quieres saber si estoy disponible, la respuesta es no. Pero puedo avisarte si algún día llego a estarlo, ya sabes..- me guiña un ojo.

-ooohh! Estas enamorado! Quién es la afortunada?- me emociono.

-es una chica de la ciudad, la conocí en una fiesta- habla con una sonrisa en la cara pero en sus ojos hay destello de tristeza.

-y que es lo que te pone triste?- unos jóvenes igual que mi acompañante lo saludan desde lejos mientras seguimos nuestro camino.

-como sabes que hay un "pero"?- me regala una sonrisa y una mueca de sorpresa.

Entramos al pasillo que nos lleva a la oficina de Allek. Ahora que lo recuerdo, no quiero llegar. No quiero verlo.

-porque si. Vamos dime, tal vez pueda ayudar, así sea con un concejo- lo aliento.

-no le he dicho que es lo que hago cuando no estoy con ella- dice con tristeza y preocupación.

-eso si que es grave- llegamos a la puerta, y enserio que no quiero entrar.

-no podemos trabajar en otro lado?- susurro y él me regala una mueca de confusión.

-por que?-

-no quiero que estemos acompañados de él- señalo la puerta y sigo hablando en susurros.

-pues lo siento. No podemos trabajar en otro lado si no es aquí- toca a la puerta sonriéndome con malicia y luego de escuchar "pasen" abre la puerta y se adentra.

No quiero entrar, no quiero y no quiero!
Valentino me mira expectante, ruedo los ojos y entro.

El diablo esta sentado detrás de su escritorio con papeles sobre la mesa y otros en su mano, su mirada me recorre de cabeza a pies y eso me estremece.