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Los dos se separaron de un respingo por el chillido, y el susodicho, sabiendo a quien pertenecía esa voz, rodó los ojos exasperado.

- Rebekah - saludó al verla llegar con aire enfadado - no es lo que piensas.

- Pues explícamelo - espetó la Original cruzándose de brazos.

Áurea miro a uno y a otro, como en un partido de tenis.

- Dame un segundo - le pidió Kol.

La chica observó cómo se alejaban brevemente y comenzaban a discutir acaloradamente, fulminándose con la mirada.

Parecía que habían pasado horas cuando el vampiro regresó, con malas noticias.

- Tengo que irme, pero te prometo que te llamaré pronto- se excusó temiendo molestarla.

Áurea echó un vistazo a la despampanante rubia que vigilaba la escena de brazos cruzados, y lo comprendió.

- Ya. Avísame cuando termines - replico cabreada, comenzando a alejarse.
Para un chico que le gustaba y tenía novia...

- Eh, no, no, no... - la detuvo agarrándola con delicadeza - creo que estás malinterpretando las cosas, nena. Esa - dijo señalándola- es mi hermana mayor.

- Oh - exclamó Áurea poniéndose colorada y sintiéndose avergonzada y culpable por haber dudado de él - Pensé que...

- Pensaste mal - le interrumpió con una sonrisa.

Áurea asintió, aliviada de que todo fuera un malentendido, y sonrió de forma nerviosa cuando Kol se inclinó hacia delante y besó lentamente su mejilla a forma de despedida.

- Te llamaré, te lo prometo.

(...)

Rebekah dió un portazo estruendoso cuando llegó a la casa.

Portazo que, con oído vampiro o no, debería de haberse escuchado en toda la manzana a la redonda.

- ¿¡ Cómo te atreves ?! - le reclamó a voz de grito, tras asegurarse de que su hermano menor no estuviera en casa.

- No estaba planeado que pasara esto - se defendió Kol alzando las manos.

- ¿ Qué pasara qué ? ¿ Qué es lo que está pasando ? - preguntó la rubia, temiendo conocer la respuesta.

Kol suspiró y confesó de forma resignada :

- Me gusta. Ella me gusta.

La vampira se llevó una mano a la frente. Esto no podía estar pasando.

- Mira, yo solo tenía curiosidad por saber por qué Elijah se había fijado en ella... hasta que lo entendí demasiado bien- admitió encogiéndose de hombros.

- No puedes hacerle esto- lo atacó ella algo más calmada - Ha estado esperando durante muchos años. No es un asunto que haya dejado de lado. La buscará, y tú no puedes estar en medio.

- ¿ Buscar a quien ?

Kol y Rebekah cerraron los ojos con fuerza, maldiciendo para sus adentros.

El mayor de los Originales terminó de bajar las escaleras, y los atravesó con la mirada.

- Buscar. A. Quien - demandó acercándose a ellos.

Kol cruzó una mirada con Rebekah antes de contestar.

- A Áurea, hermano. La he encontrado.

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