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Despertó entre gritos.

- ¿ Áurea ?

La chica miró a su alrededor alterada, aún con la respiración agitada.

- ¿ Cariño ?

Se sobresaltó ante el tacto de los dedos de Elijah sobre su hombro, y al fin reaccionó, levantando la mirada hacia él.

- Has tenido un sueño intranquilo durante toda la noche... ¿ pesadillas ? - adivinó, y ella tragó saliva asintiendo.

Dejándose llevar, se echó hacia adelante y se subió al regazo del Original como un gatito, pasando los brazos alrededor de su cuello para abrazarle.

- No dejo de imaginar que me persiguen - susurró contra su camisa - y en ninguna ocasión consigo escapar.

El vampiro suspiró profundamente y acarició suavemente la espalda de la chica.

- Ya no te tendrás que preocupar por ellos nunca más- prometió en voz débil, con intención de que no le escuchara. Pero ella si lo hizo.

- ¿ A qué te refieres ? - preguntó confundida, despegando la cabeza de su pecho.

El rostro de Elijah se ensombreció un poco, y Áurea pudo percibir cómo voz se tornó un tono más oscuro con su respuesta.

- Nada, ignóralo - sonrió besándola rápidamente en los labios - Será mejor que vayamos a desayunar, Carol parece estar impaciente por verte.

- ¿ Cómo lo sabes ? - frunció el ceño. Acababa de descubrir un nuevo mundo y aún no sabía de lo que ellos eran capaces.

- Podemos escuchar a kilómetros de distancia y a muy poco volumen - contestó él incorporándose lentamente y poniéndose en pie.

- ¿ Algo más aparte de velocidad, fuerza, no envejecer, y superoído que deba saber ? - masculló con ironía, cruzándose de brazos.

- Compulsión.

- ¿ Compulsión ?

- Controlar a la gente. Obligarles a hacer lo que tú quieras. Hablando de eso... - Elijah dudó si seguir con lo que iba a decir- ¿ Crees que debería... compulsionar a Caroline ?

- No- negó rápidamente, confundida. Después lo entendió - Te ha visto darme mi sangre. Y cómo yo me curaba.

El Original asintió lentamente.

- No sé si va a poder manejarlo.

- Lo hará- le aseguró ella - no quiero ocultarle las cosas, enseñarle una vida de mentiras. Quiero que esté al tanto de en lo que estoy metida.

- Bien - suspiró Elijah, sabiendo que se avecinaba otra charla interesante - Es tu decisión.

- Hablando de compulsionar... ¿ alguna vez ... ? - preguntó señalándose a sí misma.

- No - contestó rotundamente- nunca voy a obligarte a hacer nada que no quieras, Áurea.

- Bien... ¿ Cabe la posibilidad de que me hayan compulsionado antes y no me acuerde ? - indagó.

- Solo si te hacen olvidarlo. ¿ Por qué ? - preguntó extrañado - ¿ crees que lo han hecho ?

- Hay veces que no recuerdo dónde he estado o con quien - admitió ella, mordiéndose el labio.

- Probaremos una cosa esta tarde- dijo Elijah, más para sí mismo - Y me aseguraré de darte algo con verbena.

- ¿ Verbena ? ¿ Como el acólito para los licántropos ? - lo relacionó con todo lo que había visto en series y películas.

- Exacto. Así no podrán compulsionarte. Y ahora - Elijah sonrió y levantó a velocidad vampírica a Áurea de la cama - es hora de salir.

- Jo. Y yo que quería quedarme en la cama un poco más...- comentó acercándose a él inocentemente y toqueteando su corbata con aire distraído.

El Original se dió cuenta de lo que estaba haciendo y sonrió, acercándose mucho a su rostro.

- No me tientes, pequeña.

Áurea sonrió y le arrebató un beso, antes de abrir la puerta y salir hacia el comedor.

Y allí esperaba una furiosa Carol.

Su hermana se dió la vuelta al oír pasos y risas y señaló al vampiro con ira.

- ¡ Tú ! - chilló.

EternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora