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Por primera vez en muchos años, Áurea se despertó con pensamientos de Elijah rondando por su cabeza.

Aún recordaba cuando todas las mañanas se levantaba pensando en él, en cuando volvería, en si faltaba porque estaba de viaje, en si le daría una sorpresa por su cumpleaños...

Y sí, estaba enfadada con él, aunque solo fuera un poco. Porque la había hecho sufrir, mucho. Pero en el fondo, Áurea estaba alegre a más no poder, porque, finalmente, había vuelto.

La chica metió la mano en la chaqueta que había llevado el día anterior, y extrajo el trozo de papel.

Fue a la cocina, y mientras desayunaba, no dejó de darle vueltas con la mano.

- ¿ Qué es ? - preguntó Carol tras observarla por varios minutos.

Áurea levantó la cabeza y la miró.

- Un número de teléfono.

- ¿ De ?

Carol vió la sonrisa que formaba su hermana, y supo que no iba a contestarle. Pero lo supuso, y le aconsejó :

- Llámalo.

Áurea asintió pensativa, y tras dejar las cosas en el fregadero se fue a su cuarto para vestirse.

- Lo haré - dijo en voz alta, más para sí misma que para Carol - lo haré.

(...)

Las clases habían sido muy aburridas, y se habían pasado más lento de lo normal.

Quizás fuera porque Áurea no dejaba de mirar el reloj, quizás porque deseaba que los segundos, las horas, y los minutos pasasen.

Y por fin, el timbre sonó, y todos salieron, movidos como por un resorte, disparados escaleras abajo hasta el exterior del edificio.

- ¡ Nos vemos mañana, Áurea !- le gritó Lilian antes de salir corriendo hacia el coche de su madre, aparcadi en doble fila.

Ella solo alzó el pulgar en forma de "okey" mientras seguía caminando.

Aquel día no le apetecía tomar el autobús.

Sacó el papelito por tercera o cuarta vez en el día, y decidiéndose por fin, marcó el número en su móvil.

Mientras los pitidos de la llamada sonaban, suspiró profundamente, tratando de serenarse.

No era como si no lo conociera, pero hacía tanto, tanto tiempo que no hablaba con él que Áurea no sabía muy bien qué decir.

- Elijah Mikaelson - sonó su voz al otro lado de la línea telefóno.

Áurea se quedó en blanco.

¿ Y si él había cambiado ? ¿ Y si ella había cambiado ? ¿ Y si ya nada volvería a ser lo mismo ?

- ¿ Áurea ?

La chica se aclaró la garganta y reaccionó, contestando con la voz más débil de lo que pretendía.

- Sí, soy yo. ¿ Cómo lo sabías ?

- Suposiciones. ¿ Estás bien, te pasa algo ?

Ella negó con la cabeza, pero se dió cuenta de que no podía verle, así que contestó que no, casi riéndose por la preocupación en su voz.

- No, estoy bien - el silencio se hizo unos segundos antes de que continuara - Solo quería... quería...

La chica casi pudo sentirle sonreír.

- ¿ Qué tal si nos vemos ahora y me dices eso que te está costando tanto ? - sugirió, y Áurea sopesó la propuesta.

- Está bien, sí. ¿ Dónde y a qué hora ?

EternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora