Sofía
Mis pies descalzos sentían las hojas secas haciendo un falso intento por acolchonar la dura tierra, caminé por lo que parecían horas y aun no sé cómo llegué a este lugar, siento la necesidad de buscar algo que desconozco, mi cuerpo lo pide es como una sensación arraigada a mi alma.
Acelero el paso en mi desesperado intento por hallar eso que desconozco, mis pies sangran por el esfuerzo lo sé, no lo veo por la oscuridad pero lo percibo. Ya no puedo más, es demasiado doloroso; me siento en el áspero suelo fue mala idea salir de expedición al bosque en un ligero vestido.
Algunos rayos de luna atravesaban el espeso bosque, podía ver el cielo sin estrellas sobre mí formando un perfecto circulo como si los arboles a mi alrededor intentaran apresarme dentro ¿en qué momento terminé aquí?
Un sonido llamó mi atención como una rama partiéndose al ser pisada; un hombre permanecía parado junto a un árbol ocultando su rostro entre las sombras, vestía traje y corbata.— ¿Quién es? — No respondió. Se mantenía estático pero podía percibir sus ojos escrutándome como si mientras me recorría con la mirada me acariciara. — ¡Puedo observarlo! —Grité
—Puedo sentirlo. —Susurre.
—Sofía —Pronunció.
Y mi nombre sonó tan melodioso que imploré a los cielos para que lo repitiera. Cerré mis ojos a la espera de su llamado. Lo sé era algo ridículo que al principio sintiera miedo y ahora solo quisiera su cercanía.
—Sofía. —su aliento rozó mi oreja logrando que la mitad de mi cuerpo cosquilleara por su proximidad y la otra mitad intentara separarse y huir por la misma causa. La fracción irracional asesinó a la ecuánime sin piedad manteniéndome dócil y fija al piso.
—Te necesito Sofía —sus labios descendían desde mi oreja a mi cuello incinerando mi frágil piel. Sus manos imitaban la despiadada labor de su boca por el resto de mi tez, no podía resistirme solo fundirme junto a él aunque no supiera de quien se trataba. —Acéptame Sofía. —Si hubiera podido articular palabra tan siquiera, pero lo único que salía por mi boca eran suaves suspiros.
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DARK MIND
Random"Soy un monstruo, y me agrada" Mariano Dalmau es un atractivo profesor de filosofía y literatura con un gusto por las estudiantes pretenciosas, la mayoría muere por un poco de atención de su parte sin entender lo que eso realmente significaría. ...