Capítulo 19

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Sofía

¿Cómo habla de comerme la boca y de inmediato remata con una pregunta completamente contradictoria?

Su cercanía y aspecto físico no me permitían concentrarme, era hermoso y no solo eso también era inteligente ¿Quién podría inventar una excusa o mentira con aquellos ojos escrutándote el alma?

—Profesor, solo fue algo que dije en el momento. Ni siquiera sé porque lo dije. —Mentí.

Se acercó amenazante, me acorraló nuevamente y dispuso su mano en mi majilla, buscaba algún rastro de mentira era consciente de eso y también era consciente de que era una muy mala mentirosa por eso quise evitar que la noche anterior avanzara, así si Saúl me abordaba de nuevo con preguntas no tendría más problemas.

—Sofía —soltó una respiración profunda—primero cuando estemos solos tiene prohibido llamarme profesor, no tiene una idea de lo delicioso que suena mi nombre saliendo de sus labios —tragué saliva casi atragantándome. —y segundo, sé que me miente. No quiero que sienta la necesidad de ocultarme cosas.

Este hombre tenía el poder de hacerme caer las bragas y poner un seguro en todas mis partes un segundo después.

—Por favor profesor —repuse molesta — ¿Qué le hace pensar que tengo que contarle cada infortunio de mi vida? Solo nos hemos besado algunas veces, eso no le da ningún derecho sobre mí —pronuncié un poco exaltada. Estaba harta de que todos pensaran conocerme, que todos tuvieran su opinión pero yo no. Su extraña sonrisa despistó mi enojo por un momento.

—Acabo de darle una orden y parece ignorarla a propósito. —levanté una ceja incrédula de lo que acababa de escuchar.

— ¿Una orden? Perdón profesor pero creo que está yendo demasiado lejos.

—Otra vez —apretó su mandíbula y cerró los ojos casi como intentando contener un impulso rabioso. Sentía como una victoria provocarlo pero en estos momentos dudaba si había sido una buena idea. —lo hace para provocarme y créame que no es una buena idea —Tomó mi rostro con una mano, adhirió su cuerpo al mío haciéndome sentir el filo de las rocas tras de mí. En este momento no me sentía tan valiente era más miedo a lo que pudiera hacerme, había una oscuridad en sus ojos casi aterradora.

—Por favor —supliqué sin terminar la frase "por favor no me lastime" cerrando fuertemente los ojos.

— ¿Por favor que Sofía? —inquirió mientras me tomaba de los muslos para abrirse campo en mí.

—Por favor profesor

— ¿Qué? —interrumpió antes de que pudiera terminar. Se apretó contra mí haciendo que me doliera la espalda por las rocas en mi espalda y que su dureza entre mis piernas me generara placer.

—No vaya a hacer algo de lo que se pueda arrepentir.

— ¿Me está amenazando Sofía? Míreme —ordenó. Tenía una sonrisa maliciosa tatuada en el rostro. —Nadie me amenaza —acercó su rostro tanto a mí que pensé me besaría, cerré los ojos instintivamente. —le dije que me mirara. Cuando esté a solas conmigo quiero que me llame por mi nombre. Quiero escucharlo —ordenó.

Apreté lo que más pude mis labios dejándolos en una línea fina, a pesar de estar muerta del miedo seguía saliendo terquedad de mí. No pensaba darle el gusto. Le tomó solo un segundo girarme para quedar de espaldas a él igual de acorralada que hace unos momentos, solo que ahora su parte inferior se cernía contra mi trasero.

—Quiero que diga mi nombre Sofía —Pronunció pegado a mi cuello provocando que toda mi piel se erizara. Me aferré fuerte de las piedras haciendo uso de todo mi autocontrol. Podía salir nadando de allí pero mi cuerpo y mi cerebro parecían desconectados en ese momento —Si no lo dice por las buenas me veré obligado a sacárselo y lo va a disfrutar —Me recorría el cuello con la lengua mientras seguía con su amenaza — Lo disfrutara tanto que solo frustración sentirá después y no es una amenaza es una promesa —pronunció como si me leyera la mente. —Quiero escucharlo

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