Capitulo 15

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Sofía


¿Acaso su idea era torturarme todo el tiempo?, no podría tener un descanso de Saúl y de Mariano, ¿es demasiado pedir? Algo de tiempo de calidad conmigo misma sin tener que preocuparme por aborrecer a uno y encapricharme con el otro.

Desde que llegamos a este maldito lugar mi cabeza no ha descansado ni un segundo y se supone que ha eso vine, a no pensar; pero tenerlo cerca todo el viaje no era algo que ayudara en lo absoluto y menos después de lo que escuchó en el autobús; este viaje sería un suplicio. Apuesto que ya estaba preparando todo el papeleo que pudiera necesitarse en un paseo y hasta más con tal de desquitarse de mi comentario.

—Tierra llamando a Sofía, ¿acaso se durmió con los ojos abiertos?

—Perdón ¿Qué me decían?

—Vamos a buscar nuestros cuartos. Escojo la mejor cama.

—Ni siquiera hemos entrado a los cuartos y ya estás diciendo qué quieres Maya.

—Solo sé lo que quiero —pronunció con una mirada picará hacia el profesor Dalmau haciéndome notar que se refería a algo más que las camas.

Mientras nos dirigíamos a la salida era imposible ignorar que se encontraba allí parado observándome, tal vez mi ego jugaba conmigo pero podía sentir sus penetrantes ojos escrutarme.

—Señorita Montenegro —dijo mientras pasaba por su lado.

Aunque no quería parar si no huir de allí antes de que me encerrara todo el viaje a llenar formas, era imposible.

—Dígame profesor.

—La espero en el área de obstáculos para que comience sus labores ayudándome con las actividades.

—Está bien.

—Y por favor, use algo más...cómodo para actividades deportivas. —pronunció observando mis jeans desgastados.

Caminamos hasta nuestras cabañas que formaban casi un círculo omitiendo algunas pocas que lo deformaban y se ocultaban un poco más profundo hacia el bosque. Eran chozas lujosas que mermaban el sentimiento de aventura, nada de mosquitos, osos salvajes o hacer necesidades al aire libre.

— ¡Me pido la del fondo! —grito Maya empujándome para adelantarse y poder tomar lo que quería.

—Como quieras, yo me haré en esta —puse mi maleta sobre la cama para comenzar a desempacar.

— ¿Estas segura? Quedaste al lado de la puerta y la ventana, tal vez te robe el coco en la mitad de la noche.

—Muy chistosa —le dije torciendo los ojos mientras abría el cierre del equipaje.

Encontrarme con toda mi ropa mojada por una botella con vodka que la ingeniosa de Maya había escondido en mi valija no era exactamente la imagen que esperaba.

—Maldición.

— ¿Qué ocurre?

—Pues tu ingenioso plan para que no encontraran tu botella salió algo mal —le dije mostrándole toda mi ropa empapada y con hedor a bar.

—Demonios, la botella está vacía. —tomó el embace casi con lágrimas en los ojos como si se hubiera derramado la diversión del mundo. —Dime que la otra está a salvo por favor.

—Que importa la botella, toda mi ropa está arruinada. Debo ver al profesor en la pista de obstáculos y no tengo ropa deportiva que ponerme. En realidad no tengo nada que ponerme.

—Ya, deja el drama. Cualquiera diría que has tenido el peor día hasta ahora.

— ¿Y que más quieres que me ocurra? ¿Ataque de abejas? ¿Bombas de caca por parte de un escuadrón de palomas?

DARK MINDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora