Capítulo 14

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El mensaje terminó y Sherlock reaccionó de inmediato:

  - Su nombre es Mason Clifton, dígale a sus compañeros que lo busquen y usted llévenos a la escuela Marshall. ¡Ahora!

George asintió y empezó a hacer una llamada mientras bajaba y se dirigía al auto.
Holmes tomó su abrigo y Joan hizo lo mismo.
Todos bajaban a la calle ya, incluso Edward, pero nadie dijo nada.
No había tiempo que perder.
Llegaron a la escuela y Sherlock lideró el grupo como siempre. Entró buscando la oficina de la secretaria.
A pesar de que la escuela estaba casi vacía, la secretaria tenía que estar ya allí.
Cuando encontró la puerta, Holmes entró con desición haciendo que la mujer de lentes que estaba revisando unos papeles, se sobresaltara por la brusca entrada.
El detective apoyó las manos en el escritorio y miró a la secretaria diciendo:

  - ¿Dónde está Mason Clifton?

  - ¿Quienes son ustedes?

  - Oficial de Inteligencia del Gobierno. -George sostuvo una placa frente a ella- Ellos vienen conmigo, por favor, responda la pregunta señora.

  - ¿Dónde está Mason Clifton? -repitió Holmes.

  - Umm... él... renunció ayer. Por problemas familiares, dijo.

Sherlock se dirigió a la salida de nuevo y preguntó al agente:

  - ¿Alguna novedad sobre la búsqueda?

George hizo las llamadas correspondientes y para cuando estaban todos fuera de la escuela dijo:

  - No hay nada en su casa. Revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad de los Baltimore y aparecía él amenazando con un arma a la madre y a la niña. Las obligó a salir y subieron a una camioneta a las 4:05 de la mañana.

  - Deme su teléfono. -Sherlock extendió la mano hacia el agente y éste colocó su móvil en ella.

Tecleó con rapidez y el mensaje de voz que le había envíado Mason Clifton a Baltimore se reprodujo una y otra vez.

  - Señor Holmes... -murmuró George.

La voz aterrada de la niña y la ansiedad de la madre era lo único que rompía el silencio de todos.

  - ¿Qué está haciendo? -preguntó Edward un poco desesperado.

Holmes hizo caso omiso y siguió escuchando el mensaje repetidas veces mientras se paseaba de un lado a otro. Joan se encontró sorprendida de lo que veía.
Sherlock estaba tratando de usar todos sus conocimientos lo más rápido posible.
Cerraba los ojos y murmuraba:

  - ¿Dónde? ¿Dónde?

La doctora supo que algo malo iba a suceder si no encontraban a la madre y a la niña pronto. Lo supo todo el tiempo pero en aquel momento, al ver la desesperación de Holmes, el miedo la empezó a corroer con más intensidad.

  - Sherlock... -dijo ella con todo la tranquilidad de que era posible- háblame. Sé que te ayuda, háblame.

No lo dudo ni un segundo y empezó:

  - Se escuchan pasos, pisadas sobre vegetación, pero no estamos en otoño. Las llevaba caminando cuando grabó el mensaje. Se escuchan cansadas, caminaron un trayecto considerable hasta el destino final sobre un terreno difícil y con vegetación. No puede ser un parque. En los parques no deja crecer mucho el pasto. Clifton seguramente envió el mensaje inmediatamente después de haberlo grabado. Eso nos dice que estaba en ese lugar al rededor de las 5:00 am. Partieron a las 4:05 am, fué un trayecto de 55 minutos o más. Si las va a matar no lo hará en Londres, tiene que ser a las afueras. ¡Aproximadamente 55 minutos hacia la salida más cercana al bosque!

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora