El día de la partida llegó. Joan salía de su habitación con su equipaje y en el pasillo de camino a la recepción se encontró a Sherlock sosteniendo una acalorada discusión con un hombre de mediana edad, de lentes cuadrados y hombros enjuntos.
A medida que se acercaba se dió cuenta de que hablaban en alemán. Sherlock parecía estar explicando algo y terminó con un firme:- ¿Verstehst du mich?
(Traducción: ¿me entiendes?)
El hombre negó como si lo que el detective alegara fuera una de las cosas más ridículas que él había escuchado y soltó una ofuscada avalancha de palabras.
Holmes pareció sumamente exasperado y mirando al cielo dijo:- Es stimmt nicht. -el hombre terminó su alegato y se marchó indignado mientras Sherlock murmuraba- Dämlich.
(Traducción: No está pasando.
Tonto.)Joan lo miró interrogante:
- ¿Ese no era el conferencista que está aquí para exponer esa famosa pintura esta noche?
- Si. -dijo él empezando a caminar hacia uno de los afiches sobre la exposición del cuadro.
- ¿Por qué estaban discutiendo?
- Piensa que la pintura es original.
- ¿Y no lo es?
- No. Es falsa.
Joan contempló el afiche también.
- No sabía que hablabas alemán. Una de las pocas cosas que sé decir en ese idioma es... -lo pensó un momento recordando la pronunciación- Ich liebe dich.
(Traducción: Te amo.)
Una mujer miraba a lo lejos.
Leyó los labios de la doctora diciendo esa última frase en alemán y se marchó con rapidez.
Su elegante figura estaba cubierta por un horrible traje gris que pasaba inadvertido entre la pequeña multitud de gente en el hotel.- Deberíamos irnos ya si queremos llegar a Londres para la hora de la cena. -dijo al fin Sherlock.
Durante el trayecto de vuelta a casa el detective le presentó a Joan los archivos de unos casos que supuestamente aún no habían sido resueltos.
Le expuso los diferentes escenarios a Joan sin decirle, por supuesto, que aquello era mas bien una prueba.
Holmes ya los había resuelto todos y quería ver si ella era capaz de hacerlo también.
De los cinco casos analizados y discutidos, la doctora resolvió con éxito cuatro. El quinto se le presentaba difícil, pero para Sherlock ya habían quedado claros los resultados de su análisis hacia Joan.
Llegaron a Londres justo a la hora de la cena como dijo el detective y se dirigieron a uno de los restaurantes favoritos de él.
Ambos permanecieron bastante callados hasta que casi a mitad de la cena Joan dijo:- ¡El lápiz!
Sherlock frunció el ceño, la miró interrogante y ella continuó:
- ¡Esa es la clave! ¡En el caso! Quien cometió el crimen fue el dueño de la tienda y no el artista.
Holmes asintió:
- Tienes razón.
Joan lo miró de reojo y continuó comiendo tratando de ocultar la satisfacción que sentía por haber resuelto todos aquellos casos.
- Gracias. -dijo Sherlock de repente.
Ella alzó la mirada hacia él y frunció el ceño.- ¿Por qué?
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You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)
FanfictionJoan Watson deja New York y se muda a Londres en busca de un cambio en su vida mientras se reencuentra por fin con su amiga Molly Hooper. Acontecimientos fuera de su alcance la obligan a mudarse al 221 B de Baker Street junto al peculiar detective S...