Capítulo 76

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El establecimiento en el que había sido acordada la reunión no era otro que el café ubicado frente a los edificios del Periódico Bliston. Allister Bright no planeaba alejarse de su trabajo por un tiempo demasiado prolongado.
Sherlock y Joan llegaron varios minutos antes, entraron y se instalaron en una mesa cerca de la ventana. Mientras el camarero tomaba la orden y miraba insistentemente a Joan (a lo cual Sherlock respondió con un ceño fruncido y mirada glacial), ella observaba el pequeño edificio gris frente al café.

  - Debe estar trabajando en algún otro artículo venenoso. -Joan se recostó en el respaldo de su silla después de haber colgado su abrigo en el mismo.

  - Seguramente. Debe estar enfrascado en cierto pensamiento dogmático de que lo que hace es importante.

  - Creo que es poco probable.

  - ¿A qué te refieres?

  - En el fondo de sus pensamientos debe saber que su trabajo no está produciendo los frutos que desería y que probablemente no lo harán en el futuro. Al menos no si sigue la misma línea de periodismo. -dirigió la mirada reflexiba hacia las ventanas sucias del edificio, tratando de adivinar en cual estaría Allister Bright.- Debe estar pasándolo mal.

  - Joan. Estamos aquí para interrogarlo no para darle una sesión terapéutica.

Ella se dirigió a Holmes con mirada desaprobatoria:

  - Es humano, Sherlock.

  - Y un sospechoso.

  - Sospechoso de haber robado un gato de oro no de cometer un asesinato.

  - ¿El robo es menos crimen que el asesinato? Tienes una moral retorcida.

  - Justo como tú, querido mentor.

El detective estaba por decir un firme argumento pero la llegada del camarero con sus bebidas lo detuvo.

  - Gracias. -respondió ella dándole un fugaz vistazo al empleado.

Este no le despegó la mirada en cambio.

  - Disculpa... -murmuró el hombre alto y de cabello oscuro- Nos hemos visto antes ¿no?

Joan lo vió concentrada por varios segundos:

  - ¡Claro! En la librería Johnson ¿verdad?

  - Exactamente. -el camarero sonrió abiertamente-. No esperaba que me recordaras.

  - De hecho, tuve que hacer memoria unos segundos. Te ves diferente.

  - Claro. Eso fue hace varios meses, no era probable que me reconocieras de buenas a primeras. Aunque yo te reconocí desde que entraste, -rió espontáneamente- supongo que realmente me dejaste una fuerte impresión.

Sherlock miraba el espectáculo con rostro indignado. Carraspeó ruidosamente e intervino:

  - ¿Disculpe? ¿No se da cuenta de que estamos juntos?

Esa es una frase con un vago sentido. Pensó la doctora disfrutando del drama.

El mesero permaneció con mirada inocente hasta que varios segundos después cayó en cuenta de lo que insinuaba el detective.

  - ¡Oh!... Cuanto lo siento, yo... Es que ni siquiera parece que están saliendo. -rió nerviosamente y se detuvo de inmediato al ver el semblante serio de Holmes.- Disfruten sus bebidas.

El enamorado mesero partió apenado mientras Sherlock dirigía su mirada hacia Joan.

  - Me estás viendo como si tuviera la culpa de algo.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora