Capítulo 65

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El olor al pegamento que habían utilizado para renovar el papel tapiz impregnaba la habitación y enloquecía su olfato.

Pero no había tiempo para quejarse de la renovación del apartamento.

Debía investigar.

Portales online de apoyo a padres que habían perdido a sus hijos, búsquedas concienzudas sobre exitosos cirujanos de habla hispana, profesionales de la medicina retirados y acusados de experimentación en humanos.

La lista de sospechosos era larga y Sherlock estaba consciente de que debía encontrar al responsable del extraordinario crimen lo más rápido posible y acabar con el peligro que les rodeaba.

Así que pidió asistencia a sus jóvenes discípulos.

Players.

Se pusieron a trabajar de inmediato y redujeron en cierta medida el tiempo de búsqueda.
Recolectaron varios datos que para ellos parecían insignificantes pero que para el detective consultor lo eran todo.

5 computadoras portátiles estaban encendidas en la mesa del comedor del 221 B, en cada pantalla se mostraba el rostro de jóvenes adultos (y uno más jóven que adulto) que a través de video conferencia apoyaban la investigación.

  - Alto, corpulento, en sus 50 años, sale de su país natal para dejar atrás los recuerdos del accidente de auto en el que murió su hijo. Su único hijo. -Holmes ataba los hilos de sus pensamientos formando una imagen clara de lo sucedido en la vida del doctor aficionado a los experimentos. Los players miraban y oían embelesados.- Sufriendo de por sí crisis de depresión, la muerte de su primogénito lo llevó al borde de la locura. El trauma lo impulsa al descontrol al ver a un joven bastante similar a su hijo, lo secuestra, lo tortura y finalmente utiliza su talento como cirujano plástico para cambiarlo al extremo de hacerlo ver idéntico al original. Busquen el registro escolar de Luis Guillen.

Los jóvenes reaccionaron sobresaltados pero hicieron su tarea de inmediato.

  - Lo tengo. -habla el menor. Otis Porter.- Su padre es Fernando Guillen Zapata.

Sherlock buscó entre todos los papeles que tenía desparramados en la mesa y mientras sus ojos bailaban de un lado a otro, los espectadores-ayudantes sabían que la luz se abría paso en su mente.

  - No. -fué lo único que salió de su boca.

Se levantó de un salto y tomó su teléfono celular. Antes de marcar miró la hora.

1:16 A.M.

Casi seis horas desde que dejó a Joan.

Con rapidez envió un texto a su compañera tratando de resumir lo que había encontrado, además adjuntó la fotografía del doctor Fernando Guillen.
Era de suma importancia que ella lo viera.
Después de enviar el texto esperó un tiempo determinado que, según sus calculos, era el tiempo que la doctora tardaría en leer.

La llamó sin tardanza después de haber pasado dicho tiempo.

  - Él está allí Joan.

  - Lo sé.

La preocupación y la ansiedad se extendieron por todo su pecho.

  - Tienes que salir de allí.

  - No puedo.

  - ¿Por qué?

  - Está afuera de la puerta de la habitación. Está sentado en las sillas del pasillo. Esto es muy raro Sherlock... nadie más ha pasado por el pasillo... es como si sólo él estuviera en el hospital.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora