Capítulo 77

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El sol de un nuevo día penetraba a través de la ventana iluminando con calidez la sala de estar. Sherlock Holmes subía al segundo piso con una bandeja que llevaba un plato de frutas, tostadas y café recién hecho.

Joan se estiró en su cama y quedó boca arriba mirando el techo de su habitación y tratando de regresar de los sueños. De golpe los recuerdos de la noche anterior terminaron de despertarla. Se sentó de inmediato y observó como Holmes abría la puerta con cuidado. Al verla despierta sonrió con naturalidad y dijo:

  - Buenos días.

  - Buenos días. Sherlock... anoche...

  - Te quedaste dormida y te traje a tu cuarto. Como ves no me aproveché de ti.

El detective le hizo un gesto y la doctora vió que aún traía puesta la ropa de la noche anterior.

  - No me atreví a ponerte tu pijama.

  - Me hubiera despertado y no te hubiera dejado hacerlo.

  - Mmm... no lo sé. Te cargué hasta aquí y nisiquiera abriste los ojos. -Colocó la bandeja en la cama con cuidado.- Tienes suerte de que sea un caballero. Come algo, hoy visitaremos al Primer Ministro antes de que se vaya a Italia.

  - ¿Tenemos algo que reportarle?

  - Vamos a descubrir qué más nos oculta.

  - Cierto. -La doctora de inmediato adquirió un semblante reflexivo.- No hemos logrado vincular a ninguno de los sospechosos con el robo. Así que es una de dos, o el Primer Ministro nos oculta a otro posible sospechoso o él mismo tomó el gato con las cenizas.

  - O el culpable es alguien a quién el Primer Ministro no conoce. Aunque dada la secretividad respecto a este gato de oro, es poco probable.

  - ¿Entonces por qué lo mencionas?

  - Quiero que tengas en cuenta todas las posibilidades y que después de una comparación con los hechos la descartes. Si te limitas a las primeras teorías que acuden a tu mente podrías estar haciendo a un lado algo importante.

  - Como diga profesor Holmes.

El aludido rodó los ojos y se dispuso a salir de la habitación pero su compañera lo detuvo en el acto:

  - Sherlock. -Él se volteó expectante.- Lamento el haberme quedado dormida ayer. No estaba aburrida ni nada y sí escuché gran parte de la pieza que tocaste y estuvo hermoso.

  - No es algo por lo que debas disculparte. Sé que estabas muy cansada. Además, lo de la pieza musical no es ningún problema, puedo volver a tocarla cuando quieras.

La doctora sonrió divertida.

  - Mírate siendo todo un novio.

  - Sólo hago esto para tí.

  - Vaya...

  - Joan, -la miró en señal de advertencia y tono de voz concordante con su mirada.- sólo hago esto para tí. ¿Ok? No me pidas que actúe así abiertamente delante de todos. Bueno... al menos no me pidas que sea demasiado evidente.

  - ¿Acaso parezco el tipo de novia que desea que te derritas por mí ante todo el mundo para dejar en claro que me perteneces? Al contrario, me siento afortunada de que me trates así sólo a mí y que sea un poco en secreto. -Sherlock dejó escapar un sonrisita de satisfacción.- Pero... tampoco pretendas que no somos nada cuando estemos en público. Puede que otra mujer se te acerque y...

  - No existe tal cosa. -Ambos se miraron directamente a los ojos mientras Holmes hablaba.- Las otras mujeres con las que me pueda cruzar no significarán nada para mí. Así que... no exite tal cosa como "otras mujeres". Para mí sólo hay una.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora