Los ojos se le veían vidriosos.
Ella luchaba por contener las lágrimas.
De rabia, de frustración, de impotencia.- ¿Que es ella Sherlock? ¿tu mascota? ¿tu asistente temporal? ¿el reeplazo de John?
Sherlock la miraba con una mirada diferente. Y esto la hizo temblar. Ya no era la misma Irene a los ojos de él.
- Ella te resolvió ¿sabes? Mi "mascota", mi asistente temporal, mi reemplazo de John. Joan Watson te resolvió. Todo el tiempo supo que tú todavía sentías algo por mí. Es más, hace poco me hizo un perfil psicológico muy acertado de quién eres en realidad, tus motivaciones y tus miedos.
- Todo esto lo hice por ti. Al menos dame el mérito de haber hecho un buen trabajo. Te gané de nuevo.
- Si quieres el mérito por eso, está bien por mi. Pero también tienes otro mérito. El haberme abierto los ojos. - no dejó de verla con aquella mirada fría, la forma en la que miraría a un criminal más- Al final me hiciste ver quien eres en realidad. Pusiste en peligro a Joan y a Lili Watson. Eso jamás te lo perdonaré. Te dejaste llevar por tus sentimientos en nuestros primeros encuentros, lo entiendo. Pero dejarte llevar por los celos... eso realmente fué decepcionante.
- ¿Que es ella para ti Sherlock?
- Solía respetarte Irene. Eras La Mujer. Has perdido el título y alguien más lo ha tomado en tu lugar, al menos para mi, es así. - le dió la espalda lentamente a la esposada Irene Adler- Eso es lo que Joan es para mí ahora. La Mujer.
Aquello había tocado la débil muralla que Adler había levantado en su interior para parecer inalterable.
Se derrumbó.
Las lágrimas brotaron y con voz quebradiza dijo:- ¡Yo sé cosas de ti que ella ni sueña! -en ese momento Joan se acercó desde un costado cubierta por las sombras- Yo se que empleas tu tiempo libre con alucinógenos querido.
Sherlock continuó de espaldas mientras el oficial que custodiaba a la criminal la llevaba a la fuerza a la patrulla.
La doctora se acercó lentamente a él y él sabía que era ella.
- ¿Cómo te sientes? -preguntó Holmes mirando las estrellas en vez de a ella.
- ¿Tienes ojos en la espalda?
- No. Sólo un buen olfato.
- Voy a cambiar de perfume.
- No es necesario, me gusta tu perfume.
Joan resopló sonriendo.
- No me importa que te guste.
Sherlock la miró con el ceño fruncido.
Siempre le sorprendían un poco las respuestas condundentes y sin rodeos de Joan. Pero cuando la volteaba a ver y miraba la discreta sonrisa en sus labios, sabía que no había intención alguna de brusquedad, sino de compañerismo, de camaradería.- Es aterrador que sepas siempre donde estoy por culpa de mi perfume.
El detective asintió.
- ¿Consumes drogas? -preguntó Joan después de un breve momento de silencio.
- Lo hacía. Hace bastante tiempo lo dejé. Aunque algunas veces estuve a punto de volver a hacerlo. John ya no estaba en el apartamento, no podría impedírmelo.
- ¿Como te detuviste?- Yo no lo hice, fuiste tú.
Ella frunció el ceño y él continuo:
- Llegaste a vivir al apartamento.

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You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)
FanfictionJoan Watson deja New York y se muda a Londres en busca de un cambio en su vida mientras se reencuentra por fin con su amiga Molly Hooper. Acontecimientos fuera de su alcance la obligan a mudarse al 221 B de Baker Street junto al peculiar detective S...