Capítulo 38

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Los guardias se miraron extrañados.

Todos parecían petrificados y Sherlock estuvo a punto de sonreír... hasta que un estallido hizo retumbar las paredes, y sin embargo el gas no estaba penetrando en el salón.

Holmes sacó su telefono y marcó mientras saltaba del escenario.

  - ¡Ahora! -gritó al telefono.

El sonido de las sirenas se escuchó, las luces rojas y azules de la policía se veían acercándose.

Continuó corriendo a toda velocidad, llegó a la puerta que hace algunos minutos había atravesado y la encontró cerrada con llave.

No, no, no, no...

La golpeó con fuerza mientras gritaba:

  - ¡Joan! ¡Joan!

Al fin la gran puerta cedió bajo la fuerza de Sherlock casi al mismo tiempo que la policía abría las grandes puertas de la entrada.

Al entrar al sombrío pasillo vió cómo el gas salía por debajo de la puerta de la habitación donde estaba el tanque.
Y también vió como Joan caminaba con  dificultad, apoyándose en la pared, con un pañuelo en la boca.

Holmes corrió a ayudarla, sientiendo como ella apoyaba casi todo su peso en él.

Al salir al salón el detective gritó:

  - ¡A un lado! ¡Muévanse!

La gente se hacía a un lado.
Saliendo al exterior Joan se desplomó por completo.

  - ¡John!

  - Aquí estoy.

El doctor Watson ayudó a Sherlock a depositar a Joan en el suelo e inmediatamente después empezó a revisar sus signos vitales bajo la mirada preocupada de Holmes.
Después de unos segundos el rubio suspiró aliviado.

  - Está bien... ella está bien. No estaba respirando Sherlock. -rió aliviado- Se desmayó por falta de oxígeno. El gas no entró a sus pulmones.

Sherlock rió junto a su amigo.

Ambos arrodillados, viendo a Joan con una mezcla de admiración y alivio.

  - ¿Q-que pasó? -preguntó John- ¿Por qué el gas sólo está en esa habitación?

  - Habían un especie de conductos de ventilación que hubiera transportado el gas hasta tres puntos de escape que daban al salón, ocultos bajo tres cuadros, pero controlados por tres conductos principales que seguramente Joan bloqueó. Sólo quedaba desactivar la explosión del tanque. Logré quitarle el control remoto a Lucas Eton pero me dijo que el tanque estaba diseñado para explotar. ¿Cómo es que el tanque sólo explotó en esa habitación y cómo escapó el hombre que teníamos de rehén? Bueno, eso nos los dirá ella cuando despierte.

  - ¿Cómo sabes que ese hombre escapó?

  - No estaba en el pasillo, no lo vi en el salón y ¿acaso crees que Joan sería capaz de dejarlo encerrado en la habitación, muriendo?

  - No, por supuesto que no. Y... ¿Lucas? ¿Sigue allí dentro?

  - Si. Pero con una bala en la cabeza.

John miró a su amigo estupefacto.

  - No lo hice yo, bueno, mas o menos.

  - ¿¡Qué!?

  - ¡Él apretó el gatillo de mi arma!

Watson suspiró aliviado:

  - Gracias a Dios... Asi que... ¿se suicidó?

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora