Joan Watson deja New York y se muda a Londres en busca de un cambio en su vida mientras se reencuentra por fin con su amiga Molly Hooper.
Acontecimientos fuera de su alcance la obligan a mudarse al 221 B de Baker Street junto al peculiar detective S...
La noche no podía ser más fría. John ya estaba en la sala de estar, esperando a que sus amigos salieran en sus trajes de gala.
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Después de unos minutos Sherlock salió de su habitación.
- ¡Vaya! ¿Donde pusiste tus rizos?
- Ja ja, muy gracioso.
El detective había peinado su cabello hacia atrás y sus rizos se habían convertido en un peinado elegante y prolijo. Un traje negro se ajustaba a la perfección a su silueta, y por dentro, una camisa blanca y una corbata negra completaban la vestimenta. Holmes definitivamente parecía uno de esos hombres millonarios y elegantes. Claro, su porte y su manera de caminar era lo que más convencía.
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A los 5 minutos Joan salió de su habitación y bajó a la sala. Llevaba un vestido en tonalidades grises, con una falda amplia de estilizados pliegues y un hermoso estampado de flores nacientes en el extremo de la misma.
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- ¡Wow! -exclamó John cuando ella entró.
Joan sonrió y quiso bajar la mirada pero al ver a Sherlock le fué imposible.
- Tú sí que te ves millonario. -dijo- Mira lo que le hiciste a tus rizos.
John rió y la doctora se acercó a su elegante compañero.