You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)

Capítulo 86 (Final)

Ya había visto el periódico reposando en la mesita pero enfrascado como estaba en la lectura de las recetas culinarias en las páginas impresas y esparcidas en el escritorio lo había pasado por alto.
Cuando finalmente hubo decidido qué plato principal y qué postre iban a preparar, tomó el aún intacto periódico y lo desdobló leyendo el encabezado de la primera plana.

"Piere Greenley y Sean Hallvard finalmente condenados."

No se molestó en leer los detalles.
Los conocía de memoria.

  - ¡Sherlock! ¡Mary me llamó! ¡Dice que si no vamos y empezamos a cocinar ya, el almuerzo será más bien una cena!

Los pasos de Joan subían por la escalera presurosos.
Se asomó a la puerta justo cuando Sherlock dejaba de lado el periódico. Lo observó con mirada inquisitiva mientras él se acercaba a ella.

  - Los condenaron. -Fué lo único que Holmes dijo mientras tomaba su abrigo y se lo ponía.

  - Bien.

Sus rostros se tornaron serios inevitablemente al recodar la investigación que habían hecho unos meses antes. Ambos sintieron como si acabaran de concluír algo sumamente decisivo y relevante en sus vidas.

Holmes tomó su bufanda mientras miraba de reojo a su pareja. Se veía reflexiva pero con alivio descubrió que no había ningún signo de trauma o de un exceso de profundidad en sus reflexiones.
Él por su parte se sentía aliviado en cierta forma. Lo suficiente para dejar a un lado el tema sin esfuerzo. Confíaba en que las víctimas encararían sus propias luchas interiores con valentía y que con la ayuda apropiada llegarían a superar ese oscuro episodio en sus vidas.

Al terminar de colocarse la bufanda tomó la de Joan y se dirigió hacia ella haciendo que esta levantara la mirada. El detective le sonrió con naturalidad y cariño y le envolvió la bufanda púrpura alrededor del delicado cuello.
Ella le correspondió el gesto con un beso delicado en una sus manos. Mano que tomó inmediatamente.

  - Vamos. -dijo encaminándose hacia la salida.

Casi corrían escaleras abajo con la sonrisa boba de dos jóvenes enamorados.
Ingresaron al auto, cuya parte trasera estaba llena de bolsas llenas de comestibles dispuestos para el prometido almuerzo que Sherlock, y ahora Joan, prepararían en casa de los Watson.
Dicha casa estaba impregnada de una calidez familiar que hacía tiempo no se percibía. Independientemente de que la familia Watson llevara su vida de una forma menos intensa que en el pasado, inevitablemente los casos que la pareja de detectives investigaban los sumían a ellos también en una inquietud evidente. Después de concluída la última investigación de bastante relevancia que sus amigos habían hecho, los Watson se sentían mucho más tranquilos.

Llegados a la casa, Joan y Sherlock se encontraron con una agradable imagen.
La pequeña Watson estaba dando unos pasitos inestables con la ayuda de su padre. Llevada por la ternura Joan dejó las bolsa que llevaba a un lado y se arrodillo frente a la sonriente Lili para animarla con dulces palabras en su pequeña caminata. Realizado el tramo hasta su tía, la niña alzó los brazos ofreciéndose a Joan quien la levantó gustosa. Mientras la abrazaba con cariño Sherlock posó una mirada extraña en ambas. Como si estuviera visualizando una revelación. Reconoció para sus adentros con un poco de conmoción que había imaginado a Joan cargando a una criatura de ambos.
Apartó el pensamiento momentáneamente porque lo había dejado congelado y se dirigió a la pequeña depositando un beso en su cabecita a manera de saludo.

  - ¿Trajiste el delantal que te obsequiamos en navidad? -preguntó Mary al detective con mirada suspicaz.

  - Oh... vaya. Lo olvidé.- respondió él con fingida inocencia mientras se dirigía a la cocina.