Capítulo 70

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  - ¿No has sabido nada de él? -Joan jugaba con el pequeño hilo que se salía de su abrigo mientras esperaba la respuesta de su madre al otro lado de la línea.

  - Sabes que escapó del hospital hace poco más de un año.

  - ¿No has seguido buscando?

  - Él nos dejó Joan.

  - Porque creía que era un estorbo para nosotros.

  - En ese caso ¿por qué no lo has seguido buscando tú?

Un silencio lleno de dolor precedió las palabras de Joan:

  - Lo he hecho. Desde que tengo memoria. Todos mis amigos lo saben y estan sabidos de que cualquier pista, cualquiera, tienen que comunicarse conmigo.

  - Joan... lo siento. No quise hacerte sentir mal. No creas que el tema no me resulta doloroso también. Pero por ahora no se nada. En todo caso... si llego a saber algo, te lo diré.

  - Gracias.

  - Adiós Joan.

Holmes la miraba desde su silla predilecta. Estaba abatida. Sentada en el sillón más amplio con las piernas cruzadas como si fuera a meditar y la mirada perdida en la nada.

  - No le dijiste la razón de la búsqueda de tu padre.

  - No. Eso la preocuparía.- su compañero asintió.- No sé qué hacer Sherlock. Ni siquiera sé si sentir miedo o no.

Él se levantó de inmediato y caminó hacia donde estaba ella. Se sentó a su lado (bastante cerca) y la rodeó con un brazo.

  - Ya lo resolveremos.

  - ¿Cuál sería su punto? ¿Por qué Eurus haría esto?

  - No creo que quiera hacerte daño. Eso es lo primero que viene a mi mente. Pero con Eurus mis deducciones pueden llegar ser impresisas.

Joan asintió y por un momento, a pesar de la naturaleza del momento que estaba atravesando, se permitió ser especialmente consciente de la cercanía de Sherlock.

Su largo brazo rodeaba sus hombros y su mano sujetaba su brazo con firmeza y calidez. Aquel abrazo a medias la había acercado más a su cálido pecho. Su blanco rostro estaba cerca del de ella. Tanto que cada vez que él hablaba casi podía sentir su aliento contra su mejilla. Si se decidía a verlo de frente se daría cuenta de lo cerca que estaban uno del otro.
Pero si lo hacía... él retrocedería.
Así que la doctora decidió proseguir como si sus cuerpos estando tan próximos fuera la cosa más normal del mundo.

Como un rayo en medio de una tormenta la mente de Joan se iluminó con las palabras que Eurus le había dicho.

Sacudió su cabeza levemente como apartando esos pensamientos.
Para evadir que la mirada escrutadora de su compañero indagara en sus pensamientos, cambió de tema sin dejar de ser sincera:

  - Ni siquiera sabías de mi papá. Y yo reclamándote porque no me dices nada de tí.

  - No te preocupes por eso.

  - Supongo que de alguna manera ya lo habías deducido.

  - Mmm... no.

Ella se alejó un poco, lo miró y dijo en tono jocoso:

  - Sí claro.

Él sonrió un poco y la volvió a acercar contra sí pero sin mirarla directamente.

  - ¿Cuándo lo sospechaste?

  - Cuando me llevaste a la casa de tu madre en Nueva York.

El corazón de la doctora pareció dar un brinco interpretando involuntariamente y por un segundo aquellas palabras de forma diferente.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora