Capítulo 21

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Al día siguiente Joan se alistó para salir a buscar trabajo.
Estaba tan entusiasmada que nisiquiera desayunó. Sentía que sus fuerzas habían sido renovadas. Pensó mucho sobre el siguiente paso que daría en su vida.
Ella simplemente quería volver a ayudar con su trabajo, vivir en su propio apartamento y empezar la vida que tiempo atrás se había propuesto tener.
Quería seguir siendo amiga de Sherlock pero no sabía cómo reaccionaría él ante la idea de que ella se fuera. Tal vez no le afectaría en nada o tal vez un poco.
Los pensamientos de Sherlock eran a menudo difíciles de decifrar pero no imposibles.
El detalle que había tenido con ella el día anterior y muchos otros detalles demostrados en el tiempo que llevaban viviendo en el mismo apartamento, le demostraron que Sherlock sí sentía aprecio por ella.
Joan pensaba todo esto y más mientras terminaba de tomar su café en uno de sus locales preferidos.
De pronto una voz masculina la llamó por su nombre. Ella levantó la mirada y se encontró a Edward Milton de pie, luciendo muy diferente a como lo había conocido.
Un traje azul oscuro ceñía su figura, su cabello negro estaba peinado perfectamente, sus ojos cafés brillaban detrás de los lentes de marco negro y una amplia sonrisa mostraba sus perfectos y blancos dientes.

  - ¿Puedo sentarme? -preguntó.

  - ¡Hola Edward! Claro.

Se sentó sin dejar de verla.

  - ¿Cómo has estado?

  - Bien, ¿y tú? Se ve que has cambiado mucho, al menos desde que te vimos la última vez.

  - Ya te has acostumbrado a estar cerca del Sr. Holmes ¿no?

  - ¿Disculpa?

  - Dijiste "desde que te vimos".

  - Bueno, es porque ambos te vimos en esa ocasión.

  - Si, bueno, no he cambiado, es sólo que tú me viste en un estado lamentable.

  - Estabas preocupado por tu madre, es completamente normal.

  - Cierto. -bajó la mirada y su expresión cambió- Joan... creo que eres una mujer increíble. Bondadosa, inteligente, prudente, valiente... -levantó sus ojos marrones de nuevo- y hermosa. -Joan frunció un poco el ceño y sonrió incómoda- Y creo que es justo que tu vida prospere. Pero siendo sincero... tu vida acabará si te quedas al lado del Sr. Holmes.

Joan se tensó.
No porque estuviera nerviosa o asustada sino porque sabía que aquello no era verdad.

  - ¿De qué estás hablando?

  - Sabes que él ha matado gente ¿no?

  - Si. Sé lo que ha pasado y sé por qué lo hizo. También sé que no irá por ahí matando a quién quiera.

  - Bueno, eso no lo sabes a ciencia cierta.

  - ¿Cuál es tu punto?

  - Incluso si él no continúa matando gente... te garantizo que lastimará a muchos. Si tú no te alejas de él... te destrozará.

  - ¿Así que crees que lo conoces bien?

  - La misma pregunta te hago a ti.

Edward se recostó en el resplado de su silla y miró a Joan fijamente, amalizándola.
El tono de su voz era extraño.

  - Creo que por más que digas conocerlo... no sabes nada Joan. -suspiró- ¿Sabes que tiene cierta debilidad por los narcóticos?

Ella trató de mantenerse inexpresiva pero aquello la tomó por sorpresa.

Tiene que estar mintiendo.

  - ¿Ves? No sabes nada sobre él. Él resuelve casos porque está aburrido no porque desea erradicar el mal.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora