Joan se descubrió observándolo de forma diferente y se maldijo a sí misma.
¿En qué momento es que empezó a observar cada detalle de él casi con contemplación?
¿Cómo es que después de haber visto sus defectos y errores lo admiraba más de lo que lo hacía al principio?
¿Cómo sucedió?
¿Cómo es que al vivir junto a él se había sentido más completa de lo que se había sentido nunca?
- Tu familia está a salvo.
- ¿Cómo..?
- Hablé con Mycroft y el habló con ciertas personas dentro del FBI a quienes conoce. Tu familia está a salvo.
- ¿Estás seguro?
- Cien por ciento seguro. Confía en mí.
- Lo hago.
El silencio fue el paciente preámbulo de lo que sucedería a continuación.
- Necesitamos hablar. -dijo Holmes incómodo.
- Eso parece.
- ¿Quieres irte del apartamento?
- Es lo que se supone que debería hacer. ¿Quieres... que me vaya? Digo... ¿Está bien para ti?
- No. -guardó silencio sopesando lo que diría. - Tú entrenamiento...
- Claro...
- No. Espera. Lo que quiero decir es que... no quiero que te vayas.
- Podremos continuar con el entrenamiento sin que tenga que seguir viviendo aquí y...
- No quiero que te vayas.
Joan levantó la mirada hacia los ojos de él. El corazón se le iba a salir del pecho. Y por alguna razón que ella consideró estúpida, los ojos se le empezaron a humedecer.
- No. Tengo que irme y lo sabes.
- ¿Por qué?
- ¡¿Cómo que por qué?! ¡Necesito una vida propia Sherlock! ¡Y no la tendré si me quedo aquí a resolver crímenes contigo por el resto de mi vida!
Él la miró sin decir nada.
La miró sin juzgarla, sin analizarla, sino tratando de entenderla.
Y ella lo notó.
Y eso sólo hizo que las lágrimas amenazaran aún más con desbordarse.
- ¿Por qué lloras? -la voz profunda de Sherlock retumbó en ella.
- Porque quiero quedarme.
- Entonces quédate.
- No...
- ¿Por qué?
- No es tu culpa, lo siento...
- Sí lo es. -ella lo miró interrogante- Es mi culpa. Ahora lo veo. No puedo darte lo que lo que quieres. - las lágrimas no se contuvieron por más tiempo- Me acostumbré a tí Joan... demasiado.
- Cállate Sherlock, -hizo ademán de irse.- si no vas a decir nada determinante no digas nada...
En menos de dos zancadas Holmes alcanzó a Joan y la tomó del brazo.
- Me acostumbré mucho a ti y por esa razón no quiero que te vayas. Tú sí me importas Joan y por esa razón... creo que es mi obligación decirte... que no serás feliz si te quedas aquí... -fue inútil ya. Las lagrimas corrieron sin miramientos por las mejillas de ella- No puedo ser lo que quieres que sea para tí.
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You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)
FanfictionJoan Watson deja New York y se muda a Londres en busca de un cambio en su vida mientras se reencuentra por fin con su amiga Molly Hooper. Acontecimientos fuera de su alcance la obligan a mudarse al 221 B de Baker Street junto al peculiar detective S...