Capítulo 50

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  - Yo no lo hice.

  - Sí, lo hizo. Es zurdo, escribió la nota de derecha a izquierda para no manchar el papel.

El pequeño hombre de lentes grandes y entradas profundas sentado frente a Greg y a Sherlock resopló con nerviosismo.

  - Bueno sí, escribí la nota pero no mate a ese señor.

Holmes frunció el ceño.

  - Nunca sugerí que usted lo hubiera matado.

  - Pero usted...

  - Sólo le pregunté si usted lo había hecho y le mostre la fotografía de lo que encontramos en la sala de estar.

  - ¡Pero esta es la fotografía de un señor muerto!

  - Oh... foto equivocada. -respondió el detective con una sonrisa falsa mientras quitaba la susodicha imagen de la mesa.- Continúe por favor.

El señor Cameron Sunhill se relajó un poco más y continuó con su declaración.

  - Proveo servicios de diseño y hace unos días atendí a un cliente por medio de mi pagina web. Solicitaba una nota con esa frase en caligrafía inspirada en ese juego de asesinos.

  - ¿Nunca tuvo contacto físico con él? ¿Cara a cara?

  - No. Todo fué online. Sólo se su nombre de usuario.

  - Anótelo aquí por favor. -intervino Greg extendiendo un papel y un lapiz.

Después de la infructuosa entrevista con el señor Sunhill Sherlock esperó en la oficina de Lestrade a que este llegara.

  - Rastreamos la dirección IP hasta una casa abandonada sin otra cosa más que la misma computadora en una de las habitaciones. -dijo Greg mientras entraba y se sentaba en su silla.- ¿Por qué le mostraste la foto del señor Weaber a Sunhill?

  - Oh... sí observas ¿no? Para ver su reacción.

  - Bueno, él es inocente.

  - Tus deducciones me asombran.

Justo en ese momento Joan entró con enérgica marcha impidiendo que una discusión infantil se desatara.

  - La enfermera es Olga Fitzburg y debe estar en el aeropuerto ya esperando su vuelo a Tokio.

  - Llamaré para que la detengan. -Lestrade tomó su teléfono para hacer las llamadas respectivas.

  - ¿Cómo la descubriste? - interrogó Sherlock.

  - Hablando.

  - ¿Hablando?

  - Hablando con personas. Te sorprendería la cantidad de información que se obtiene.

  - Bueno, pongámonos en marcha entonces.

Todos se encaminaron al auto de Lestrade preparados para enfrentar a la enfermera. Ésta, al ser detenida por dos oficiales oficiales del aeropuerto se mostró tranquila y dispuesta a cooperar. Pero en el momento en el que vio a Sherlock y a Joan se puso pálida.
En un descuido de los oficiales, la enfermera de cabello negro y piel pecosa corrió en un desesperado intento por evitar lo que se venía. Joan al estar más próxima a ella, reaccionó con rapidez. Tomó por el brazo a la fugitiva y en un movimiento rápido la inmovilizó contra la pared.
Los oficiales actuaron de inmediato sintiendo vergüenza por su actitud de novatos.
Greg y Sherlock sonrieron orgullosos.

Lestrade no permitió que el interrogatorio se postergara hasta llegar a Scotland Yard así que el procedimoento se hizo allí mismo, en una oficina del departamento de seguridad del Aeropuerto.

  - Fuí contratada. -la mujer de mediana edad empujó un mechón de su brillante cabello detrás de su oreja- ¿Por qué querría matar a ese pobre señor? ¡Yo lo cuidaba!

  - Su silencio respecto al secuestro y asesinato la convierte en cómplice. No nos interesa su posición actual señora Fitzburg, lo que nos interesa es la información que posee sobre su cómplice. -alegó Holmes en tono frío.

  - ¡Él me contrató! ¡No estaba de acuerdo con lo que hizo!

  - Sí, sólo lo hizo por el dinero. -intervino Joan- Lo que está diciendo en su defensa no la está ayudando mucho. En cambio, lo que diga sobre la persona que la contrató sí puede reducir su sentencia.

Olga no lo dudó mucho.

  - De alguna manera él consiguió mi número.

  - Porque usted vende medicamentos de forma ilegal. -aseguró la doctora restándole importancia.

  - Sí... bien... me dijo que tenía que cuidar a un señor mayor por un tiempo sin que nadie supiera y me ofreció un adelanto de la paga. Así que fuí a la dirección que me dió y me recibió el hombre que me llamó. Reconocí su voz, así supe que era él, pero nunca miré su rostro. Llevaba una máscara blanca e iba vestido con un enorme abrigo negro, también llevaba una peluca color rubio de corte estilo hongo. Era alto, delgado y apenas y hacia ruido mientras armaba algo extraño en la sala de estar de la casa.

  - ¿Trabaja aún mientras usted estaba presente? -interrogó el detective.

  - Sí, en todas las visitas que hice lo miré ocupado en esa habitación. Pero nunca me fijé demasiado, no debía hacer preguntas. La última noche de mi trabajo me dijo simplemente que ya no me necesitaba así que me pagó el resto y yo regresé a mi rutina habitual.

La mirada de Holmes se perdió en el vacío en un evidente estado de reflexión y análisis. Joan lo advirtió y continuó:

  - ¿No hay nada más que recuerde que nos pueda ayudar a identificarlo?

La mujer negó.

  - No prestaba atención. No se supone que debía.

Dos infructuosos interrogatorios.
Ninguna pista agregada a la investigación.
Así, Joan y Sherlock regresaron al 221b sin material más que su imaginación para la resolución del caso.

El fuego en la chimenea hacía entrar en calor a ambos compañeros de piso mientras la nieve blanca e inmaculada cubría todo Londres.
Joan estaba sentada en uno de los sofás cerca del fuego mientras ojeaba las fotografías de la escena del crimen esperando encontrar algo más.
Sherlock revolvía y releía papeles en la mesita de trabajo.

  - Sherlock... -ella se quitó sus lentes suspirando.

  - ¿Mmm?

  - Creo que estamos dirigiendo nuestra atención al punto equivocado.

  - Por supuesto que sí, estoy sopesando otras posibilidades desde que llegamos.

Joan lo miró algo indignada.

  - Cuando no estoy en el apartamento, hablas solo. Y cuando sí estoy aquí te quedas callado como una tumba.

  - Asumí que ya habías llegado a esta conclusión. Pero eso significa que eres perseverante, bien por ti. Ahora que ya estamos en sintonía, ¿cuales son tus pensamientos?

  - Pues... Creo que ambos sabemos ahora que el móvil del crimen no está claro en lo absoluto, es más, ni el mismo crimen está claro. Es demasiado raro... digo, ¿por qué un no-fan enviría esta clase de "mensaje" a un fan? Si el artista/asesino hubiera querido asustar o amenazar al destinatario del mensaje pudo haberlo hecho en cientos de formas mucho más prácticas. Me hace pensar... que si la "obra" en la sala de estar fue preparada por alguien que no tenía conocimiento suficiente de Blood War, tampoco iría destinada a un fan. Sí es un hecho con tinte dramático como dijiste... -Sherlock observaba a Joan ahora, siguiendo el hilo de sus pensamientos con el suspenso que precede a una revelanción- ¿Qué si el objetivo era llamar la atención en general, y no sólo la atención de una persona?

Habían chispas resplandecientes en el ambiente.
Iluminaban la mirada de ambos.
Era la emoción, la adrenalina del conocimiento, el placer de la investigación, la compatibilidad de dos personas que podía seguir los pensamientos del otro y descubrir juntos una verdad.
Holmes se levantó de golpe, tomó un periódico y lo puso frente a Joan.

TEAM W GAMES EN CRISIS MEDIÁTICA.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora