Capítulo 24

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El vuelo había transcurrido con tranquilidad.
Sherlock había dormido casi todo el viaje y Joan simplemente lo intentaba sin obtener éxito alguno.
La imagen de Edward bañado en sangre se atravesaba en sus pensamientos. Sería difícil para ella superar ese trauma y especialmente entender la manera en la que se sentía cuando lo mató.
El cielo de Nueva York estaba despejado pero un leve viento frío rondaba la ciudad.
Joan y Sherlock estaban en un restaurante, sentados en una mesa al aire libre, comiendo un poco para reponer energías.
En cierto momento Sherlock dejó de contarle a Joan sobre el caso de la "secretaria esquizofrénica" y se quedó callado mirando hacia un punto fijo a lo lejos, detrás de ella.

  - ¿Qué estás viendo? -preguntó la doctora mirando hacia atrás.

  - Un hombre acaba de dejar una sospechosa bolsa en ese puesto de helados.

  - ¿Está... sangrando?

La pequeña bolsa de papel empezaba a dejar un pequeño charco color rojo en el mostrador.
Nadie parecía percatarse ya que no había nadie. Ni clientes ni encargados del puesto.
Joan sacó su teléfono celular y marcó al 911.
Sherlock por su parte, se colocó de pie y empezó a caminar hacia el lugar.

  - ¡Sherlock! ¿Qué...? -ella también se puso de pie y se dirigió a uno de los meseros- Volveremos pronto, solo iremos al otro lado de la calle.

El joven asintió algo desconcertado y Joan siguió al detective que iba ya por la mitad de la calle.

  - 911 ¿cuál es su emergencia?

  - Hola, mi nombre es Joan Watson. Estaba comiendo en un restaurante en la...- Sherlock empezó a oler la bolsa- ...¡No la toques!

  - ¡Lo sé!

  - ¿Disculpe?

  - Lo siento. Estaba comiendo en un restaurante, al otro lado hay un puesto de helados y mi amigo vió a alguien poner una bolsa sangrante en el mostrador, pero aquí no parece haber ningun encargado y tampoco hay clientes.

Holmes se inclinó, miró el interior del lugar, se tiró al suelo y olfateó un poco.

  - ¿Puede darme la dirección?

Joan lo hizo y colgó después de que la operadora le dijera que la policía llegaría en unos minutos.

  - La policía ya viene.

Sherlock se alejó un poco y se quedó de pie viendo fijamente el lugar con el ceño fruncido.
Joan suspiró.

  - Sherlock...

  - Estoy pensando.

  - Bien. Pero cuando venga la policía simplemente les describirás al hombre ¿ok?

Esperaron alrededor de diez minutos hasta los oficiales llegaron y antes siquiera de que Joan se identificara como la persona que había llamado Sherlock se acercó a uno de ellos.

  - El hombre en cuestión tenía alrededor de 35 años, media 1.70, cabello castaño, corte militar, camisa a cuadros color naranja y blanco, pantalón de mezclilla azul claro probablemente heredado de su hermano mayor. Seguramente trabaja en una construcción a juzgar por sus zapatos. Su novia lo dejó, vive con su madre y tenía una cría de ganado pero...

  - Sherlock, es suficiente. No puedes hacer eso aquí.

El policía miraba a Holmes con el ceño fruncido, totalmente a la defensiva. Sherlock por su parte hizo un movimiento de cabeza a manera de despedida y empezó a caminar.

  - ¿Por qué dijo todo eso? -preguntó el fornido oficial de policía.

  - No lo sé, pero sé que tiene razón. Por favor considere la descripción que le dió del hombre.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora