Capítulo 55

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Al día siguiente Sherlock había amanecido con un mejor estado de salud. Y todo el ajetreo de la reciente boda se acentó como polvo en el agua tranquila, dejando que la rutina se estableciera de nuevo.
Debido a la reciente enfermedad, Joan había insistido en que su compañero y ella resolvieran casos desde casa, en la medida de lo posible, para que él recuperara sus fuerzas.

Así transcurrienron tres días, sin ningún cambio notorio, como si nada hubiera pasado.

Joan había dejado de escirbir en su diario.
Por una razón obvia.
Temía que si regresaba a las páginas del mismo, su desesperación y frustración renacerían.
No quería admitir que la desición que había tomado no era la mejor.
Negar sus sentimientos hacia Sherlock, pretender que no existían y continuar viviendo junto a él no eran desiciones sanas.

Pero ahí estaba.

Sentada en el sofá de John, leyendo o más bien simplemente sosteniendo un libro, mientras Sherlock tocaba el violin con la mirada puesta en la calle frente a la venta y los pensamiento que bullían en su mente y sellaban sus labios.

Se habían distanciado.
Era palpable.
Justo cuando ella lo quería más cerca lo único que logró fue alejarlo más.
Ahora realmente ponía en duda la sinceridad de él.
Ese día, al pie de las escaleras, cuando él le dijo que también estaba confundido, le creyó.
Parecía auténtico.
Pero ahora dudaba.

Tal vez sólo lo dijo por no hacerme sentir mal.
Me acerqué mucho y lo asusté, lo alejé.

De pronto se sintió molesta.
¿Acaso se estaba hechando la culpa de que él no sintiera lo mismo que ella?

Esto no funciona así. O me quiere o no.
O me quiere, pero no al extremo en el que yo desearía.
Parece bastante obvio ahora.
Lo mío con Sherlock es puramente platónico.

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La cabeza le iba a explotar.

En un arranque de completa determinación colocó el violin a un lado (de modo un tanto brusco), se dio la vuelta para encontrarse a Joan sentada y mirándolo sorprendida.

  - Joan... creo que hemos pasado por mucho ultimamente.

  - Era una boda no un campo de batalla.

  - Exacto. Las bodas son mucho peor. En fin... creo que nos merecemos un cambio de aires y apartarnos un poco de algunas cosas.

  - ¿Tienes un caso?

  - Me refiero a apartarnos de eso tambien.

  - ¿Ok..?

  - Hoy en la noche hay un concierto del violinista Hans Svein y seguidamente la apertura de un restaurante propiedad de un conocido mío. ¿Te... apetecería acompañarme?

Quedó perpleja.
Y luego se dio cuenta de que los segundos pasaban y ella no pronunciaba palabra.

  - Ummm... si... si, claro. Me encantaría.

  - Bien.

Dicho esto el detective se dirigió con paso rápido hacia su habitación dejando a Joan en shock.

Ya la había invitado otras veces a conciertos pero no como lo había hecho recién.
Se veía más nervioso.

No. No puede ser. Sólo está nervioso porque hay demasiada tensión entre nosotros.

En cierta medida, este pensamiento logró apaciguar sus sentimientos y calmó su acelerado corazón.
Era más creíble eso a que él estuviera invitándola a una cita.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora