Capítulo 23

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Llegó la madrugada.
Las heridas de Sherlock estaban vendadas ya y él estaba sentado en una silla fuera de la habitación en la que estaba Joan.
Mycroft llegó y se sentó junto a él.

  - ¿Cómo está?

  - Fuera de peligro. La droga no era letal. ¿Le diste el teléfono celular de emergencia?

  - Ella sí es prudente. Tú no lo hubieras aceptado.

  - ¿Tus francotiradores fallaron a propósito?

  - El francotirador que debía dispararle a Clifton falló.

  - Y no lo volvió a intentar.

  - Joan llegó primero.

  - No debió permitirlo.

  - El ya está dado de baja Shrerlock.

Ambos guardaron silencio hasta que pasado un tiempo el menor de los Holmes habló:

  - ¿Y su madre?

  - Está estable. La sangre era de su verdugo no de ella.

  - Se suicidó.

  - Por supuesto.

Después de unos minutos una enfermera salió de la habitación.

  - ¿Señor Holmes? La señorita Watson ya está despierta.

Sherlock miró a su hermano:

  - ¿Nisiquiera la dejarás descansar?

  - Necesitamos los detalles de lo que ocurrió.

Mycroft se levantó e ingresó a la habitación.
Joan estaba tratando de enederezarse y la enfermera ponía almohadas detrás de su espalda para que estuviera cómoda. En cuanto la mujer se fué Mycroft hizo varias preguntas a Joan y ella las respondió con precisión.

  - Asi que además de criminal era un acosador. -dijo ella al final del interrogatorio.

  - Eso parece.

Ambos guardaron silencio por un momento hasta que la doctora decidió que era tiempo de que ella aclarara sus dudas:

  - Dijiste que la ayuda llegaría en cuanto yo enviara el mensaje.

  - La señal era débil debido a los túneles. Nos tomó un tiempo localizarlos.

  - Aún no estabamos cerca de lo túneles cuando lo envié. Dejé el teléfono afuera, debajo del auto.

  - Necesitaba estar seguro de que era Edward Clifton y no un implicado de algunos de esos casos tuyos y de Sherlock.

  - ¿Sabías que era él?

  - Lo sospechaba.

  - ¿Y si no hubiera sido él y aún así necesitaramos tu ayuda?

  - ¿Y si hubiera sido una de sus escapadas nocturnas en busca de pistas y hubieras mandado el mensaje porque te asustaste de tu sombra?

Joan cerró los ojos y tomó un hondo respiro tratando de calmarse.

  - Pusiste a tu propio hermano bajo peligro.

  - Él está conciente de eso y lo acepta.

  - Creo que tengo ganas de matarte Mycroft Holmes.

El aludido se puso muy serio y dijo:

  - Lo siento Joan. A menudo mi trabajo me exige pensar antes de actuar de acuerdo a mis sentimientos o incluso a mi moral.

You can't solve me (SherlockBBC/Joan WatsonCBS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora