Capítulo 60. Promesa.

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Narra Liam:

Espero que esto valga la pena. No quiero presionarle las cosas, pero no sé si podré aguantarlo. Una extraña sensación pasaba por todo mi cuerpo. ¿Estoy nervioso? Sólo espero que todo salga bien. Nos sentamos junto a la mesa comiendo, hablando y reír, eso no faltaría.

- Que rica está la comida.- Intervine.

- Mamá siempre hace la comida rica.- Me dice Ruth.

Me gusta que Jasmine este cómoda estando con mi familia, eso me hace muy feliz. A mis padres y a mis hermanas les ha caído muy bien Jasmine. ¿Qué más puedo pedir? Tenerla a mi lado es lo mejor. Mis padres hablaban animadamente con ella al igual que mis hermanas.

Después de cenar, mis hermanas y Jasmine al jardín para hablar.

- Tú chica es una persona muy amable.- Dijo mi madre convencida.

- Eso es lo que me gusta de ella.

- Deberías llevarla más a menudo aquí.- Intervino Mi padre.

Salí del comedor para ir al jardín donde solo me encontré a mis hermanas. Subí por las escaleras y me la encontré en la habitación de espaldas a mí con su móvil. Me acerqué a ella lentamente, la abracé por la cintura haciendo que se asuste.

-¿Qué haces?-. Pregunté susurrando.

- Estaba enviando un mensaje a Josh.- Se giro para verme.- Por cierto, antes me dijiste que querías darme algo. ¿Podemos dejarlo para mañana? Estoy muy cansada.

- No hay problema.

- Bien. Ahora vuelvo, voy al lavabo.

Mientras que Jasmine estaba en el lavabo, preparé la cama y me puse el pijama sin la parte arriba. Estoy acostumbrado dormir sin camiseta. Empecé a caminar por toda la habitación pensando en que como hacerlo mañana, hasta que entró Ruth.

- Ey, ¿qué pasa hermano?-. Me pregunta al verme.

- Jasmine me dijo que le diese mañana, pero no se como dárselo. Quiero que sea algo especial.

- Preparale un desayuno en el jardín. En la entrada hay pétalos de las flores, utilizalas para hacer un recorrido des de tu habitación al jardín. Le dejas una carta diciendo que siga a los pétalos y llegará en el jardín.- Sugerió.- Tranquilo, estaréis solos.- Añadió.

- Me encanta la idea. Gracias, te lo agradezco mucho.- La abracé.

- Para eso estan las hermanas.

Una vez que salió Ruth, entre Jasmine con el pijama puesto. Se veía muy tierna que no ese moño.

- ¿Vas a dormir así?-. Me preguntó por lo de la camiseta.

- ¿ No te gusta?-. Pregunté seductoramente.

- Idiota.- Y con eso, me da con el cojín en la cara.

- Eso no ha estado bien, señorita.- Me acerqué a ella.

Ella se iba alejando, aunque no llegaría a ningún sitio. La puerta estaba cerrada. Puse mis manos en sus caderas, y empecé a dejarle besitos en su cuello. Le quité el collar que tenía puesto en el cuello y nuestros labios se unieron formando un beso. Le cogí por los muslos y la dejé en la cama sin cargar mi peso contra la suya. Empecé a besarla apasionadamente mientras que ella jugaba con mi pelo.

- Liam, tengo mucho sueño.- Susurró en mis labios.

- Claro. Buenas noches mi amor, duerme bien.- La besé una vez más.

- Igualmente cariño.

+

Me levanté de la cama sin que Jasmine se despertara. Busqué una camiseta para ponermela y bajé. Me encontré a mi familia desayunando y hablando de buena mañana.

- Buenos días.- Dije acercándome a ellos.

- Buenos días.- Dijeron al unisono.

- Tranquilo, ya nos iremos.- Dijo mi madre dándome un beso a la mejilla.

- ¿Estás nervioso, hermano?-. Preguntó Nicola.

- ¿Se nota?-. Pregunté.

- Un poco.- Contestó Ruth.

- No te pongas nervioso, toda saldrá bien.- Dijo mi padre dándome un toque a la espalda.

Una vez que mis padres se fueron de casa, pensé en qué desayuno podía preparar. Miré por todos los armarios de la cocina y sí, tuve una gran día. Empecé a preparar la masa de las tortitas, mientras que la sartén se calentaba. Después de preparar las tortitas, cogí unas fresas para ponerlos encima. Preparé un zumo de mango tal y como le gustaba a Jasmine. Llevé todo al jardín y lo puse todo en orden.

Escribí la carta y la dejé en la cama. Y por últims cosa, puse los pétalos por la casa.

Narra Jasmine:

Nada más al despertarme, me encontré con una carta con mi nombre. Se me hacía extraño, la casa estaba muy silenciosa y tampoco encontraba a Liam.

'Buenos días mi princesa. Espero que hayas amanecido bien. Prepárate y sigue a los pétalos que te llevaran a tu destino. Te quiero.'

Desde que estuve con Liam, siempre tenía mucha curiosidad. Esta mañana no podía ir mejor. Siempre me saca una sonrisa haciéndome sentir muy feliz. Obedecí a lo que decía la carta. Me duché, me vestí con unos pantalones que me llegaban a los tobillos, un jersey de color verde oscuro y mis convere negras. Empecé a seguir los pétalos, me dí cuenta de que ya estaba a mi destino, el jardín. Ahí vi a mi querido novio, con esa sonrisa que le achinaban los ojos.

- ¿Qué es todo esto?-. Le pregunté mirando alrededor.

- ¿Eso es lo primero que me preguntas?-. Me pregunta abrazándome.

- Buenos días mi amor.- Dije después de unir nuestros labios.

- ¿Recuerdas lo que te dije anoche?-. Preguntó. Asentí.- Quiero hacerlo especial.

- ¿A qué te refieres?-. Pregunté confundida.

Se arrrodilló ante mí sacando una cajita. Lo abrió y allí había un hermoso anillo de diamantes.

- Mira, no te pido que nos casemos pero esto este anillo será un gran paso para nosotros.- Hizo una pausa.- Quiero promerte muchas que yo mismo las cumpliré. Yo siempre te amaré y te protegeré. Quiero que te quedes con este anillo para mostrar todo lo que siento por ti.

Simplemente me quedé emocionada. Por una vez pensé que me pediría matrimonio, pero la verdad no me importa mucho eso. No sabía qué decir, las palabras no salían de mi boca.

- Déjame ponerte el anillo.

- Liam, la verdad no sé que decirte. No me esperaba para nada todo esto. Simplemente me haces feliz. Te quiero muchísimo.

- No lo olvides, siempre te protegeré y te amaré.

¿Nos conocemos? | Liam Payne fanfic (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora