¿Nos conocemos? | Liam Payne fanfic (EDITANDO)

Capítulo 42. ¡Felicidades!

Narra Jasmine: 

- ¡Felicidades hermana! ¡Venga, despierta!-. Dice mi hermano saltando en la cama haciendo que me despierte.

Sí, hoy es mi cumpleaños. El tiempo pasa muy rápido. Ya había pasado un mes des de que se fueron. De vez en cuando Liam me llamaba cuando podía, era bastante difícil. Pero hacíamos lo que podíamos. Todo va muy bien ahora. Yo sigo trabajando en el bar/restaurante, Max sigue con las clases de inglés y mi madre igual que yo. 

Esta bien eso cumplir años, pero crecía bastante rápido. Tengo dieciocho años. No quiero ser vieja. Es mi primer cumpleaños que no celebraré con mi padre ni mis amigos. Se me hace muy raro y triste a la vez.

- ¡Felicidades cariño! Abajo te espera un gran desayuno.- Dice mi madre abrazándome.

- Gracias.- Les sonrío.

- Y tu Max, si no te apartes de la cama, te las verás conmigo.- Le advierto.

- ¿Qué veré?-. Pregunta inocente.

- Esto.- Le hago cosquillas en su estómago y le doy varias veces con el cojín en la cara.

- Vale, vale ya me voy.- Se escapa.

Después de darme una ducha bien larga, me pongo unos leggins que tiene diseños, una camiseta blanca bastante amplia y mis converse negras bajas. Me alizo un poco el pelo, me hago un moño dejando unos mechones. 

- ¡Sorpresa!-. Dijeron mi madre y Max cuando bajaba por las escaleras.

En la mesa había un súper gran desayuno. Una tarta de chocolate, no era tan grande, gofres de azúcar, crepes de chocolate, palitos de fruta y mi zumo favorito de mango.

- ¡Dios mío mamá! Te lo has currado mucho.- Me quedo impresionada.

- ¡Todo por ti, cariño!-. Me abraza.- Venga va, a desayunar.

- Y después del desayuno, hay un regalo que te espera en esa caja.- Me dice Max con una sonrisa pícara y señalando la caja.

- Sois los mejores, os quiero.- Les sonrío.

 No sé ni por donde empezar. Miro por toda la comida que hay en la mesa y no me decido. Hay que ver liada estoy, pff. Empiezo por tomarme un poco de zumo y después cada uno de lo que hay.

- Estoy muy lleno.- DIce Max tocándose la barriga.

- Ya somos dos, Max.- Nos reímos.

- Hora del regalo.- Dice mi madre dándome una caja con un lazo.

- Con el desayuno ya me bastaba.- Digo.

- Tú ábrelo.- Dice Max.

Abro la caja desatando el nudo del lazo y me encuentro con un vestido hermoso. Un vestido que me llegaba arriba de las rodillas de color púrpura, no tenía mangas ni tirantes, tenía un lazo por delante en el lado debajo del pecho, la faldilla era bastante amplia y también había unos tacones altos que venían juego con el vestido. 

- ¿Te gusta?-. Me pregunta mi madre.

- Me encanta. Muchísimas gracias.- Les abrazo a los dos.

- Este vestido te lo pondrás esta noche.- Me dice Max.

- ¿Para qué?-. Pregunto confundida.

- Ya lo verás.- Dice Max.

- Por cierto, hoy tienes el día libre, no trabajarás.- Me advierte mi madre.

- ¿Por qué no?-. Pregunto.

- Porque hoy es tu cumpleaños y no quiero que trabajes.- Me aclara.