Capítulo 2

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Mónica en multimedia.

Días después.

Estoy preparando el desayuno cuando de pronto veo entrar al hijo del señor Jack en la cocina. Está vestido sólo con un pantalón de pijama y su pecho está desnudo, no quiero parecer atrevida ni mirona pero si que se le marcan los abdominales.

—Buenos días —saludo.

Él se acerca al refrigerador, lo abre, toma una manzana y le da un mordisco, luego sale de la cocina.

Ni siquiera me hizo caso, actuó como si yo fuese invisible y claro. Para los chicos como él, las chicas como yo deben de ser invisibles.

Termino de preparar el desayuno y llevo su plato al comedor, por suerte él ya está sentado a la mesa

—¿Qué es esto? —mira el plato con repudio.

—Huevos revueltos.

—No me gustan los huevos revueltos, llevate esto de aquí, y trae tocino para mí.

—Creí que—

—Deja de creer y haz lo que te pedí.
Aquí no se te paga para creer.

—Sí, lo siento —tomo el plato y me doy la vuelta para marcharme.

Su padre me había dicho que los huevos revueltos son su desayuno favorito, me lo dijo antes de marcharse.

—Jessica —llama.

—Mónica —me detengo y vuelvo mi rostro hacia él.

—¿Perdón?.

—Mi nombre es Mónica, no Jessica.

Sus ojos me miran fijamente.

—Tú te llamas como a mí me de la gana de llamarte. Recuerda que eres la empleada aquí ¿Entendido?

—Sí, ¿Quería algo?

—Traeme una soda.

—¿Nada más?

—Sólo eso.

Me marcho a prepararle otra vez el desayuno y a buscar su soda. Después de hacerme cambiarle la soda por un jugo está vez, termino todo, luego voy a mi habitación a quitarme el uniforme para irme a casa.

—¿A dónde vas? —escucho su voz y me detengo.

Por desgracia su habitación está próxima a la mía, ya que el señor Jack me ha dado una de las habitaciones más comodas de esta casa.

—Yo... me voy a casa —contesto.

—¿A tu casa? ¿Con orden de quién?

—Con la orden de su padre. Hoy es mi día libre.

—Tú no puedes irte.

—¿Por qué?

—Porque no puedo quedarme sólo en casa. Tú tienes que estar aquí para lo que yo necesite.

—Sí joven, pero mi horario de trabajo terminó. No se preocupe, mañana estaré de vuelta.

—¿Mañana? —exclama.

—Sí, Tengo todo el día libre hasta mañana. Dejé comida en el horno para usted.

—Llamaré a papá y le hablaré de esto.

—De acuerdo. Hasta luego —me marcho sin prestarle atención.

****

—¡Hola! —abro la puerta de mi casa y entro. Escucho ruido proveniente de la televisión desde la sala y me dirijo hacia allá para encontrar a quien ya sabía que estaría ahí. A mi sobrino sobre el sofá viendo la tele.

— ¡Tía kika! —exclama cuando me ve, se levanta y viene corriendo a mi lado.

—Hola campeón —lo lleno de besos — ¿Cómo estás?

—Bien.

—¿Y mamá, dónde está?

—Está en su habitación.

—Iré un momento con ella, ya vuelvo —le doy otro beso y voy a la habitación de mi hermana.

—¡Ana! —llamo a la puerta.

—¿Quién?, Pasa.

Entro a la habitación.

—Ah, eres tú hermosa —Se acerca para abrazarme y darme un beso.

—Los extrañé —digo.

—Nosotros también. Chris se la pasaba todos los días preguntando por su tía kika.

Sonrío

—De verdad, no se porque aún sigue llamándote así, ya creció.

—No me molesta que lo haga.

—Claro que no te molesta, si fue lo primero que dijo cuando comenzó a hablar.

—Y tú muy celosa porque no dijo mamá —río.

—¿Tú cómo esperabas que estuviera? Soy su madre —Se deja caer sobre la cama.

Me acerco y me siento en el borde.

—¿Puedo saber qué te pasó hoy? En tus días libres sueles llegar más temprano.

— Pues el señor Jack está de viaje y ha dejado la casa a cargo de su hijo.

—¿Tiene un hijo?

—Sí, Un hijo muy distinto a él, se ve que es tan... arrogante.

—¿Y eso que tiene que ver con que hayas llegado tarde hoy?

—Me hizo prepararle el desayuno dos veces y luego se encargó de que yo dejará todo en orden antes de marcharme.

—¡Tía kika! —escucho a mi sobrino gritar.

—¿Qué pasa Chris?

—Ya empezó mi programa favorito. Ven a verlo conmigo.

—¡Ahora voy cariño!

Mi hermana ríe.

—Bueno, hoy te toca. Así que corre— dice anabel.

Salgo de la habitación no sin antes darle un jalón de pelo y voy a la sala. Me siento a su lado en el sofá para ver su programa favorito: Bob esponja.

Siempre que estoy en casa, nos pasamos el día viendo la tele. Me pone a imitar las voces de todos los personajes de Bob esponja, vemos tanto ese programa que ya me se de memoria casi todos los episodios.

—Ahora calamardo tía —dice el.

—No chris. Sabes que es la más difícil de todas.

—Por favor tía —me da un beso en la mejilla y recuesta su cabeza sobre mis piernas.

—Está bien —me preparo para la imitación —Bob esponja, Patricio. Fuera de mi casa ahora mismo —trato de hablar como calamardo pero no me resultó mucho.

Chris y yo estallamos en risas.

—Te amo tía.

—Y yo a ti —paso la mano por su suave cabello.

Chris es un niño tan tierno y precioso. Su parecido a Anabel es muy poco. Sus ojos son verdes, mientras que los de anabel son castaños, su cabello es rubio y el de ella castaño, muchos dudan que ella es su madre, pero para que haya un vínculo entre dos personas no necesita haber parecido.

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Tú, eres mi perdición #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora