Tú, eres mi perdición #PGP2018

Capítulo 69.

       Dedicado a: WhiteFuckingRose y MamaSensei08

Mónica.

Me siento como la más grande de las estúpidas. Soy una ilusa, una idiota, una tonta... y muchos otros calificativos que me quedan muy cortos para todas las cosas que quiero gritarme a mí misma.

Fui a su departamento en busca de mi móvil y también con la esperanza de que quizás se disculpara por lo sucedido unas horas antes. Hizo de todo menos disculparse.

Apestaba a alcohol y olía a perfume de mujer. Me quedó claro en ese momento lo que había estado haciendo.

Estúpida, ingenua.

Lo mejor que hice fue dejar de hablarle y verlo. No me ha llamado, ni enviado ningún mensaje y agradezco de que todo sea así.
Tengo casi un mes sin saber de él, pero puedo suponer que él está muy bien. He escuchado a su padre al teléfono en varias ocasiones y todo parece estar marchando bien con él.

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—¿Por qué no pasamos a tomar algo a esa cafetería de siempre antes de ir a casa? —sugiere Nick mientras salimos de la universidad —Hace varias semanas que no vamos.

—Claro —exclama Ally —¿Y, tú qué dices Dolly?

Sé de cual cafetería están hablando y fue mi culpa por haberlos llevado hasta ella desde un principio hasta que nos acostumbramos y no es buena idea ir a ese lugar, porque sé que lo veré y tal vez mi fuerza de resistencia se desvanezca al verlo.

—Tengo muchas cosas importantes que hacer y lamento no poder acompañarlos.

—Vamos Dolly, sólo será un momento. Además verás a tu amigo, ¿o se te olvida que trabaja allá? —mueve las cejas y me sonríe con picardía.

—No somos amigos ya y no vengan a insistir. No iré con ustedes porque tengo que encargarme de muchas cosas.

—Mónica —Ally hace un puchero.

—Ya déjala, amor —Nick pasa una mano por su hombro —Dijo que tiene cosas que hacer. Vayamos los dos, luego te llevaré a...—se acerca a susurrarle al oído, la cara de Ally se torna roja y una gran sonrisa brilla en su rostro.

—Está bien, Mónica. Ya no insistiremos, puedes irte tranquila. Nick y yo tenemos cosas muy importantes que hacer.

Blanqueo los ojos y sonrío. No es que no supiera que cosas importantes son esas.

—Los veo luego —me despido de ellos y me voy.

Me alegra que ellos no trataran de obligarme a ir. No creo poder soportar verlo de nuevo.

Pero como dicen que la felicidad no dura para siempre, la mía decidió llegar a su fin.

La víspera de Navidad ha llegado y por motivo de que en mi familia solo somos tres miembros y el señor Jack estaría solo para la cena de noche buena. Él nos invitó a pasarla con él, ya que su hijo se había negado a acompañarlo y acepté felizmente. Lo que no imaginé es tenerlo aquí esta noche.

Está impecablemente guapo, podría jurar que más que antes. Como si aquello pudiera ser posible.
Viste unos pantalones oscuros, una camisa blanca con los dos botones superiores abiertos y unos Converses blancos.

¿Por qué simplemente mi corazón no puede dejar de reaccionar ante él? Todo sería mucho más fácil si en lugar de ponerse más apuesto se pusiera tan horriblemente feo que nadie volteara a verlo ni a notar su presencia.