Capítulo 18

3.4K 717 330
                                    

Lucas.

Lo último que quiero es que piense que esto lo hice por ella y que me cae bien. La verdad es que ni yo mismo se porque golpee a Martín de ese modo.

Sólo reaccione por impulso al escucharlo decir que ella no es más que una puta y cuando vine a darme cuenta ya tenía al imbécil contra la pared desangrandose.

No es la primera vez que escucho a alguien llamarle puta a una chica, yo lo hago siempre porque eso es lo que son todas por eso no me explico la reacción que tuve, aunque no me arrepiento de haberle dado una buena paliza a Martín.

No es cierto que traía problemas con él antes, pero nunca fuimos buenos amigos. El muy maldito tiene una reputación intachable cuando se que no es más que un enfermo abusivo.

Recuerdo a samantha, quien fue una de nuestras compañeras en la preparatoria. Martín abusó de ella sólo porque se negó a estar con él.
Así es Martín. Siempre trata de conseguir lo que quiere a la fuerza.

Los padres de ella consiguieron mandarlo a la cárcel, pero el sólo estuvo dos días allí ya que sus padres utilizaron sus influencias y consiguieron que quedara fuera y que su nombre quedara limpio. Eso sólo lo sabemos algunos de sus amigos.

Aveces me pregunto por qué rayos sigo siendo amigo de este psicópata.

Sabía que algo se tramaba con la chacha desde que empezó a hacerme preguntas sobre ella cuando nadabamos en la alberca y le dije que era la novia de papá, sólo para que me dejara en paz.

****

Acabo de salir del baño y voy a vestirme cuando comienzo a escuchar golpes en la puerta. Aseguro la toalla alrededor de mis caderas y me dirijo a abrir.

—¿Qué? —pongo mala cara al verla.

Nuestras miradas se encuentran y creo que Dios se ha equivocado al darle esos ojos. Son demasiado hermosos para que los lleve una chica como ella.

Sus ojos bajan a mi pecho desnudo y me ven por unos segundos, luego los aparta. Noto que se ha puesto nerviosa. Yo la he puesto nerviosa.

—Joven —comienza a hablar.

—¡Lucas! —la corrijo. De verdad odio cuando me llama asi. Esta chica no escucha.

—Lo siento. Lucas, su padre lo está esperando para cenar.

—Dile que ya bajo.

—Enseguida —se va y me quedo viendo como se mueven sus caderas y ese culo que tiene mientras camina. Las cosas que podría hacerle a un culo como ese.

—¿Qué mierda pienso? —entro a la habitación y cierro.
Últimamente no se que le está pasando a mi mente.

Me visto y bajo a cenar con papá. Quien me regaña por haberlo hecho esperar tanto tiempo.

La cena está de lo más aburrida. Papá y yo siempre tenemos algo de lo que charlar, pero al parecer no está noche. Sólo me habla un momento de como estuvo su día hoy en la empresa y no vuelve a decir nada más.

—Bueno, yo iré a descansar —me levanto de la mesa.

—¿A está hora? —él mira su reloj —Son las nueve aún.

—Estoy un poco cansado. En estos días he estado durmiendo muy poco.

—Está bien. Ve a dormir entonces, no es bueno desvelarse.

—Claro que no —me acerco a él —Adiós papá.

—Buenas noches.

Me marcho a mi habitación.

Narra Mónica.

El señor jack y su hijo se han ido a descansar, así que término de organizar y recojo todo para tener menos trabajo el día de mañana.

Voy por el pasillo a mi habitación y un extraño sonido hace que me detenga. Me quedo de pie y trato de averiguar de donde proviene ese sonido. El sonido sigue aumentando. Son gemidos y me doy cuenta de que vienen de la habitación de el joven Lucas.

Que yo sepa no hay ninguna chica aquí en casa, a no ser que la haya traído y la ocultó en su habitación.

Me acerco y veo la puerta entreabierta, entonces curiosamente asomo un poco la cabeza y quedo estupefacta cuando veo lo que está sucediendo.

No hay ninguna chica. Él está completamente desnudo sobre la cama y al igual que el día que lo vi sobre el sofá. Su mano se mueve arriba y abajo sobre su muy enorme cosa mientras gime una y otra vez.

Tiene los ojos cerrados y su rostro está contraído en una mueca. Es hermoso. Este chico es tan hermoso, incluso haciendo esto lo es.

No debo de estar haciendo estas cosas. No debes de andar de mirona Mónica.

Me quito de la puerta y corro a mi habitación.

Hace unos minutos estaba pensando en descansar, pero después de haber visto esto, nisiquiera creo que pueda ser capaz de cerrar los ojos sin pensar en ello.   

Siento mucho lo corto, pero no se preocupen pronto habrá más y las cosas se pondrán más calientes.

Besos a todos. Y por favor no dejen de votar. Gracias

Tú, eres mi perdición #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora