Tú, eres mi perdición #PGP2018

Capítulo 75.

    Dedicado a: _Bae_16

Mónica.

El lugar se sumerge en un gran silencio de pronto. Es como si el tiempo se hubiese detenido en el momento en que Anabel pronunció esas palabras. Nuestros ojos no se despegan y juro haber visto el asomo de una sonrisa en sus labios, como si estuviese disfrutando del momento. Lucas me sigue dando la espalda mientras la mira a ella. Ninguno de nosotros es capaz de articular palabra.

—Mamá... —la voz de Chris rompe el silencio —No te vi llegar.

—Cariño, ¿cómo estás? —ella se da la vuelta hacia él y lo toma en brazos para abrazarlo.

Los dos se enfrascan en una conversación y aprovecho para acomodar los tirantes de mi vestido. Miro mi sostén tirado a un lado del sofá junto con su camiseta. Me parece increíble lo que pudo haber llegado a pasar si Anabel no llega justo a tiempo para impedirlo.

—Mónica... —se empieza a acercar y retrocedo.

—Será mejor que te vayas.

—Necesitamos hablar. Sé lo que estás pensando ahora y no es verdad.

—No hay nada de que hablar, Lucas. Solo quiero que te vayas —hago un gran esfuerzo para no llorar y trato de mantener la compostura por la presencia de Chris en este lugar.

—Por favor.

—¿No has escuchado bien? Te ha pedido que te largues —se entromete Anabel.

Él se vuelve y la mira —¡Cállate, mentirosa! Eres una maldita manipuladora —su grito nos sobresalta a todos. No pensé que haría algo así frente al niño, el cual lo ve algo asustado.

—No permitiré que me faltes el respeto en mi casa y menos en frente de nuestro, de mi hijo —abraza a Chris —¡Lárgate de aquí!

—¿Por qué se gritan? —pregunta el niño con miedo en su voz y sus ojitos se dirigen a mí. Una lágrima se me escapa y la seco rápidamente. Estos dos no merecen mis lágrimas.

—No la escuches. Nada de lo que dice es cierto. Ella solo hace esto para molestarnos —me toca la mano y la aparto con brusquedad —Hablemos. Deja que te explique, por favor —pide suplicante —Bonita... —sus ojos se cristalizan dándole una imagen que resultaría conmovedora para mí antes de saber que clase de persona es.

—Vete —pido viéndolo a los ojos para demostrarle seguridad y firmeza —Y no quiero verte nunca más.

—No me hagas esto, por favor —deja salir sus lágrimas. Es tan bueno fingiendo —No me apartes de ti. Yo..., yo te quiero.

—Qué patético eres —habla Anabel —A mí también solías decirme lo mismo y seguiste estando con otras.

Me retiro y me voy deprisa a mi habitación y estando allí rompo en llantos. Me prometí no llorar, pero es algo imposible cuando pienso en como me vieron la cara Lucas y mi propia hermana. El chico al cual le confíe mi corazón y con el que perdí mi virginidad hace apenas unos días también se acostó con mi hermana y posiblemente sea el padre de mi sobrino y lo peor de todo es como me lo ocultaron.

No sé cuanto pasa desde que dejé de escuchar los gritos de Lucas y Anabel y la vocecita atemorizada de Chris. Ni siquiera pueden comportarse como adultos razonables frente a un niño.

Me levanto de la cama y seco mis lágrimas. Me acerco a mi armario y tomo ropa suficiente para pasar un buen tiempo fuera de casa después de enviarle un mensaje a Ally pidiéndole venir por mí.