Capítulo 21

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Erick.

¿Alguna vez te ha pasado que sientes que tus dias dependen de algo o alguien para ser completamente perfectos? Pues eso es lo que me está sucediendo a mi con esta chica.

Siempre que la veo se me alegra el dia. Todo es tan diferente con ella. Sin duda podría pasarme todo un dia solo viéndola. Me bastaba solo mirar esa hermosa sonrisa.

—¿Lucas todavia no baja? —pregunto a Mónica.

— No. Aun sigue en su habitación. ¿Quiere que le traiga algo de tomar? – pregunta una segunda vez.

—No. Muchas gracias. Estoy bien así.

—Entonces me retiro sino necesita nada.

—No, espera —me levanto del sofá y la detengo antes de que se vaya.

—Diga —se detiene.

—La eche de menos en estos días —le confieso.

—¿En serio? —sonríe.

Esta chica es hermosa. Muy hermosa. No encuentro las palabras correctas para describir lo hermosa que es.
Me encantan sus ojos y su linda sonrisa, todo de ella me encanta y es una maravillosa persona.

—Sí. La última vez que la vi fue el día del incidente con Martín.

—Ah, por cierto, ¿Cómo está su amigo?

—Está bien. No fue nada grave lo que pasó. Quiso demandar a Lucas, pero le dijimos que no le convendría porque él fue quién tuvo la culpa. Se propasó con usted, además yo hubiese hecho lo mismo que Lucas si estuviese ahí.

Escucho pasos por las escaleras y alzo la vista para encontrarme con Lucas quien viene bajando.

—Vaya, hasta que al fin decidió despertar la bella durmiente —digo.

Mónica gira el rostro y al verlo noto como cambia su rostro de pronto. Se ha puesto pálida y parece nerviosa.

—Ya estaba pensando en ir a tu habitación a darte el beso para que así despertaras de tu profundo sueño.

—No seas payaso Erick. Ni soy la bella durmiente, ni tú eres un príncipe —termina de bajar y su mirada se dirige hacia Mónica —¿Dónde está papá? —le pregunta.

—Su padre ya se ha ido al trabajo hace unos minutos —ella baja la cabeza al hablar.

—Retirate —le dice Lucas.

Ella se marcha con la mirada hacia abajo. En ningún momento se ha atrevido a mirar a Lucas a la cara mientras le hablaba. ¿Por qué será esto?

Comprendo que Lucas tiene un muy mal carácter y que muchas personas puedan sentirse intimidadas por él, pero no al punto de temerle y no se porque, pero me parece que Mónica le teme. ¿Es que acaso él la trata mal?

—¿Qué haces aquí? —me pregunta.

—Vine para sacarte a salir. Vas a morir aquí encerrado.

Después de lo que sucedió con Lucas hace tres años él ha dejado de salir a la calle con temor de que los demás lo señalen y lo juzguen, pero tiene que superarlo de algún modo. No puede quedarse encerrado aquí toda la vida.

—¿Te has dado cuenta de la hora que es para invitarme a salir?

— Son las diez de la mañana Lucas —miro mi reloj de muñeca —¿Qué piensas, seguir durmiendo?

—¿Solo has venido a invitarme a salir o también a algo más? —ignora mi pregunta. Camina en dirección a la cocina y yo lo sigo.

Es cierto. No solo vine para invitarlo a salir.

—No. También quería ver a Mónica —admito.
Una de mis cualidades es la sinceridad.

—Mmm, eso está muy bien —abre el refrigerador, toma una manzana verde y me lanza otra —Mi amigo ya no viene a mi casa porque desea verme, sino porque también tiene ganas de ver a la sirvienta —muerde la manzana y hago lo mismo.

—No la llames así, tiene su nombre.

—Que importa. ¿Dijiste que querías que salieramos, no?

Asiento.

—Entonces vamos antes de que cambie de opinión.

—Está bien – digo y los dos vamos afuera.

—¿A dónde iremos? —pregunta cuando subimos a mi auto.

—Irás a la tienda conmigo.

—¿Qué? ¿Vas a llevarme con tus padres Erick? Sabes bien que ellos no quieren verme.

—No te preocupes Lucas. Ellos no van a estar ahí. Ya sabes que me paso la mayor parte del tiempo solo en la tienda.

—Espero y no encontrarmelos como aquella vez. ¿Recuerdas?

—Claro que recuerdo.

¿Cómo olvidar aquel día en que lleve a Lucas a la tienda y allí estaban mis padres. Le dijeron tantas cosas que incluso a mi me lastimaron sus palabras y lo echaron de la tienda . Siempre me han prohibido juntarme con él, pero Lucas es mi amigo y nada ni nadie me separará de él jamás.

—Lucas —llamo al ver que se ha quedado en silencio durante todo el recorrido.

—¿Qué pasa?

—Me gusta Mónica —suelto de golpe.

No escucho respuesta de Lucas. Todo es silencio y cuando estoy a punto de hablar lo escucho reír.

—¿Qué? —pregunto.

—¿Qué tipo de broma es esta Erick?

—No es una broma, ¿Te parece que lo es?

Él continúa con su risa —Claro que sí  ¿Cómo puedes decir que te gusta esa chica?

—No tiene nada de malo que me guste Mónica. Es una chica normal como cualquier otra.

—¿Cómo rayos sucedió esto, en qué momento? Nisiquiera la conoces.

—Yo tampoco lo sé. Me cayó bien desde el primer momento en que la conocí, siempre que la veía me agradaba más y ahora acabo de darme cuenta de que me gusta.

—Estás loco. Realmente loco bro —Lucas no para de reír.

—Olvidalo Lucas ¿Sí? Nisiquiera se porque te he contado esto a ti. Sabía que reaccionarias así. Ya llegamos —detengo el auto y me estaciono.

Lucas es el primero en bajar del auto y aun no para de reír.

—A mi mejor amigo le gusta mi sirvienta. Esto si que es una gran noticia.

—Idiota ¿Quieres ya dejar de llamarla de ese modo y parar de reír? —bajo del auto y le doy un golpe en el hombro —Esto no es un chiste.

—Está bien —se cubre la boca con una mano para evitar reirse.

—Oye Lucas. Ni una sola palabra de esto a nadie ¿De acuerdo?

—Claro, cuenta con ello. Nadie sabrá de esto —camina dentro de la tienda.

No se desesperen mucho, siento dejarlos con ansias, pero mañana mismo publicaré el próximo sin falta. Estén pendientes.

Gracias 😘😘😘

Tú, eres mi perdición #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora