Tú, eres mi perdición #PGP2018

Capítulo 24

Lucas.

—¿Qué hiciste qué? —exclama Edward.

Estamos sentados Will, Edward, Ryan y yo, en la terraza de la casa de Will, tomandonos unas cervezas.

—Le metí la rana a su baño cuando no estaba. Hubieras visto su cara y escuchado sus gritos —todos reimos.

—Tú si que eres cruel Lucas —dice Ryan.

—Eso no ha sido nada. No te imaginas de lo que sería capaz Lucas —dice Edward.

—Tu ya lo sabes —tomo un sorbo de mi cerveza —Y algo más, apuesto a que no se creerán lo que me ha dicho Erick hace unos días.

—¿Qué te dijo? —pregunta Ryan.

—Él dice que ella le gusta.

—¿En serio te dijo eso? —habla Edward.

—Sí, pensé que bromeaba, pero no, lo decía en serio. No se que rayos le haya visto.

—Espera, —dice Will —¿Estamos hablando de la misma chica, la que trabaja en tu casa?

—Si Will.

—Joder, pero si está buenísima. Cuando la vi por primera vez y supe que era tu empleada, quede asombrado. Tu padre si que ha sabido contratar empleada esta vez. De no haber sido porque ya tengo novia, hace rato y también la hubiese enamorado. Comprendo a erick.

—Espera a que Alicia te escuche diciendo eso.

—Es cierto, la chica no se ve nada mal —añade Edward.

Todos mis amigos se han vuelto locos.

—Yo no podría opinar porque aun no he visto a la chica —habla Ryan —Pero si le gusta a Erick supongo que es bonita.

—Me extraña que tengas a esa chica tan cerca y no te la hayas tirado —dice Will.

—¿Acaso ustedes creen que yo me rebajaria tanto? —rio —¿Con una sirvienta? Por Dios. No me la he tirado porque no estoy interesado ni en lo más mínimo de ella.

—O porque talvez ella no te da la oportunidad —dice Edward.

—Ninguna chica me rechaza. Ellas mueren por estar conmigo y si quisiera tirarmela ya lo habría hecho.

—Yo apuesto que no Lucas. No todas las chicas son iguales. Ya viste lo que pasó con Martín. Si ella fuese como muchas otras chicas, hubiese aceptado estar con él y no se habría negado.

—¿Quieres apostar Edward a que puedo hacer con ella lo que quiera si me da la gana?

—Si eso es lo que tú quieres, pues yo no tengo problemas.

—¿Es enserio? —interviene Ryan —¿Harán una apuesta por eso?

—Solo quiero demostrarle a Edward que yo siempre consigo lo que quiero y que todavía no ha existido la chica que se niegue a estar conmigo.

—Cien dólares —dice Edward.

—Doscientos dólares —aumento la apuesta al doble —¿Ustedes le entran Will y Ryan?

—Yo no —se niega Ryan.

—Tampoco yo —Will también se niega.

—Lucas y Edward, no estamos hablando de un objeto cualquiera, el cual pueden apostar y hacer lo que quieran con el. Estamos hablando de una chica, la chica que Erick te confesó que le gusta ¿De verdad serías capaz de hacerle eso a tu amigo?

—Es cierto. Ryan tiene razón —vuelve a hablar Will.

¿Desde cuándo a mis amigos les ha interesado si están bien o mal las cosas que hago? Esta no es la primera vez que hacemos este tipo de cosas y ellos nunca se habían opuesto, al contrario, me apoyaban en todo.