Tú, eres mi perdición #PGP2018

Capítulo 15

Mónica.

Entro a la cocina y me encuentro con todo el desastre que ha causado el joven Lucas. Hay varios paquetes de sopa en la basura. ¿En serio este chico no sabe como preparar una sopa? Pero si traen las indicaciones ¿O es que no las puede leer? Creo que incluso mi sobrino Chris es capaz de preparar una sopa leyendo la instrucción. No puedo contener las ganas de reír.

Termino de hacer de comer y voy por él a la sala. Entonces quedo completamente asombrada cuando lo hayo dormido sobre el sofá, pero no es lo que me deja sorprendida sino el lugar en donde se encuentra una de sus manos. Su mano se mueve lentamente sobre un muy enorme bulto que hay en sus pantalones.

—Ohh si... —un gemido sale de sus labios.

¿También sueña con eso? ¿Está soñando con ... sexo? Subo mis ojos a su rostro y lo veo morderse el labio inferior. Es tan sexy y tan tremendamente guapo. Mis ojos no pueden evitarlo y vuelven a bajar hacia su mano que se está moviendo más rápido.

Sin saber que hacer, con piernas temblorosas camino hacia él y me paro frente al sofá.

—Joven, Joven —llamo, pero él no despierta. Sigue haciendo lo mismo con su mano y mi nerviosismo sigue aumentando —Joven —sigo llamando

Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro y yo quedo petrificada. ¿Está sonriendo? No puedo creerlo. Jamás en todo el tiempo que tiene aquí lo había visto sonreír y tiene una sonrisa super bella —Joven —levanto una mano y toco su brazo despacio entonces lo veo abrir los ojos sobresaltado y yo también me sobresalto.

Gira el rostro y me mira. Siento todo mi cuerpo temblar cuando me mira con sus hermosos ojos verdes.
Creo que va a darme algún ataque.

—¿Qué pasa? —se incorpora sobre el sofá. Su rostro vuelve a ser el mismo rostro molesto de siempre.

No hay duda de que este chico sólo puede ser un poco simpático cuando está dormido

—Usted... Se quedó dormido —tartamudeo —Y ya le preparé de comer.

—¿Ya limpió mi habitación y lavó la ropa?

—Aún no, vine...

—¿Entonces qué haces aquí? —me interrumpe —Vaya a hacer su trabajo.

—Sí —me doy la vuelta y me voy.

Me dirijo a su habitación para limpiarla y el desastre que había en la cocina no es nada con el que encuentro en su habitación.

Después de limpiar su habitación, voy al cuarto de lavandería y lavo un montón de ropa.
Para cuando termino ya es de noche, así que voy a preparar la cena de inmediato.

****

—¿Mónica? —me vuelvo y veo al señor jack dentro de la cocina con una gran sonrisa en el rostro —Que gusto me da verte —se acerca y me abraza.

—A mi también señor.

—Había olvidado que hoy regresabas ¿Y qué tal la pasaste? —se separa de mi.

—Bien,  la pasé genial gracias a usted.

—Eso no fue nada. Alguien como usted se merece más de una semana libre —toma un mechón de mi cabello que cae sobre mi rostro y lo coloca detrás de mi oreja.

—¡Papá! —miro hacia la entrada de la cocina y veo al joven Lucas, quien nos mira sorprendidos a su padre y a mi —¿Interrumpo algo? —pregunta.

—No. Claro que no —contesta su padre —¿Qué pasa hijo?

—Quiero hablar contigo, pero si estas tan ocupado podemos hablar luego —me mira.

Me doy la vuelta y continuo con lo que hacía antes de que el señor jack entrara a la cocina. Tomo la zanahoria y sigo cortandola.

—No estoy ocupado. Voy contigo enseguida.

—Estaré en mi habitación —escucho como sus pasos se van alejando.

—Que bueno que estás aquí Mónica. Justo vine para preparar la cena, pero usted ya la está haciendo. Mi hijo nisiquiera es capaz de hacer eso.

—¿No lo ayudaba? —pregunto y sigo cortando la zanahoria.

—Para nada —ríe —Lucas es la persona menos colaboradora que conozco.

Ya me he dado cuenta de esto. A este chico le encanta todo lo que sea comodidad. Jamás se ofrece a ayudar, solo se siente bien dando ordenes.

—Bueno, ya me voy con él antes de que vuelva a buscarme —se acerca y me da un beso en la mejilla. Eso me toma por sorpresa —Adiós Mónica.

—Adiós señor.