Mónica.
Chris en multimedia.
Sigo esperando la respuesta de Chris y él continúa en silencio mirándonos a su madre y a mi.
-A ver Chris contesta -digo.
-Chris amor te estamos esperando -dice Anabel y empieza a comer.
-Yoo... -Chris tartamudea -Estaba jugando con el balón que tú me regalaste de cumpleaños ¿Lo recuerdas mamá?
-Claro que lo recuerdo, pero no estamos hablando del balón que te regalé. Dime como conoció tu tía al nuevo vecino.
- Sí Chris. Vamos dile a mamá -Yo sigo insistiendo.
-La tía me pidió que saliera a jugar al patio con el balón -comienza a hablar nervioso -Entonces accidentalmente...
-Entonces accidentalmente -lo interrumpo -El balón llegó al patio del vecino, Axel vino a traerlo y así lo conocí -Acabo de salvarte Chris.
Chris me mira sorprendido. Sé que no se esperaba que yo dijera eso, pero no quería meterlo en problemas con su madre. Los castigos de Anabel no son nada buenos y lo digo por pura experiencia. Yo también fui víctima de ellos.
Recuerdo cuando me expulsaron de la escuela en sexto grado por haberme peleado con una compañera. La chica se lo buscó porque tiró mi almuerzo y nadie se mete con mi comida.
Anabel me castigo por eso. Tuve que pasar toda una semana desayunando brócoli y espinacas, juro que preferí morir en lugar de soportar ese castigo y no creo que a mi sobrino le gustaría pasar por eso.
-Y por ese motivo lo castigue porque le dije que no saliera del patio y cruzó la calle.
-¿Chris cuántas veces te he dicho que no debes salir sólo a la calle?
-Lo siento mamá.
-Estará una semana sin ver la tele y sin juegos por desobediente.
-¿Por qué tanto tiempo? Una semana es una eternidad -se queja
-Ya escuchaste a tu tía Chris y mejor agradece que haya sido ella quien te castigó y no yo -habla Anabel.
-En verdad creelo -le digo -Ahora ve a tu habitación y descansa.
Pone cara de resignación, se levanta, le da un beso a su madre, luego a mi, se despide y va a su habitación.
-¿Ana? -llamo.
-¿Sí? -ella para de comer.
-Ya sabes que ... -me es incómodo decirle esto. No quiero que se ponga triste -Hoy es el último día que paso con ustedes. Mañana regreso al trabajo.
Su rostro cambia de inmediato llenándose de tristeza.
-Ana no pongas esa cara por favor.
-Entonces no te vayas sino quieres que ponga esta cara.
-No puedes pedirme que no vaya sino lo hago me despiden.
-Créeme. Eso sería lo mejor.
-¿Anabel es en serio? -no puedo creerme lo que acaba de decir.
-Sí Mónica. Esa es la única manera de que dejes de trabajar. Si te despiden.
-Oye, entiendo que no te guste que trabaje y que quisieras que pasara más tiempo en casa con ustedes, pero no tienes que desear que me despidan. Tenemos muchos problemas y necesidades y tú no puedes hacerlo todo sola.
-¡Claro que puedo! -exclama y me sobresalto por su tono -Lo hice por años -baja la voz -Vi por Chris y por ti y supli todas sus necesidades sola. Sin ayuda de nadie.
- Lo sé, sé que tú lo hiciste todo sola y gracias a ti estoy aquí, pero las cosas ya cambiaron. Chris ya no es un bebé, ni yo una niña y nuestros gastos han aumentado. Lo siento mucho Anabel, pero por más que insistas en que puedes sola no voy a dejar el trabajo.
-Está bien Mónica. Haz lo que quieras -dos lágrimas se deslizan por sus mejillas.
Esto es lo que odio. Odio poner a mi hermana triste por culpa de mi trabajo, pero no puedo dejarlo y ella tiene que entenderlo.
Me pongo de pie, voy a su lado y la rodeó con mis brazos por el cuello colocando su cabeza contra mi pecho.
-Ana no llores por favor -mis ojos también se llenan de lágrimas. No me gusta verla llorar.
-Tengo mucho miedo -solloza.
-¿Miedo de qué? -pregunto.
-Miedo de que te pueda suceder algo y que te vayas como lo hicieron mamá y papá. Me da mucho miedo perderte, por eso no quiero que trabajes porque si estas en casa podré estar tranquila. Sé que aquí estarás segura.
Ya lo entiendo todo. Ese es el motivo por el cual ella no quiere que trabaje. Teme de que yo pueda irme y faltarle como nuestros padres
-Si te pasa algo hermosa, te juro que voy a morir.
-No digas eso Ana -acaricio su lacio cabello -Tú no vas a morir ¿Sabes por qué? Porque yo jamás voy a irme. Nunca voy a dejarlos ni a ti ni a Chris. Siempre vamos a estar como lo que somos. Una familia.
-¿Siempre?
-Sí, siempre juntos -bajo mis labios a su frente y depósito un beso allí -Ahora ya basta de lágrimas -levanto su rostro y con mis dedos comienzo a limpiar las lágrimas.
-Me gustaría saber ¿A quién saliste tan terca?
-¿De verdad quieres que yo te conteste esa pregunta? -sonrio -Porque yo creo que la respuesta es muy obvia.
-Yo no soy tan terca como tú.
-Yo creo que si lo eres. Y también eres muy peleona. Saque las mejores cualidades de mi hermana.
Ella sonríe un poco
-Te amo tanto hermosa.
-Yo te amo más mi hermana bella, terca y peleona.
El niño en multimedia es Chris.
¿ No es una hermosa ternurita?
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Tú, eres mi perdición #PGP2018
Teen FictionMónica es la sirvienta en la casa de la familia Colton, donde solo vivía el señor Jack, el dueño de la casa, luego de un año; Lucas, el hijo de Jack decide regresar de su viaje por Inglaterra. Lucas ha estado siempre acostumbrado a no hacer nada y a...