Tú, eres mi perdición #PGP2018

Capítulo 10

Mónica.

Erick en multimedia.

Antes de ir a casa paso primero por una tienda para comprarle un regalo a mi sobrino Chris. Ya que es tan fanático de los juegos y de Bob Esponja le compro un nintendo y dos CDS de los nuevos episodios de Bob Esponja y también compro algo para mi hermana.

Paso por la caja y coloco lo que compro sobre el mostrador. La chica me dice la cantidad y cuando voy a pagar escucho a alguien decir mi nombre.

—¿Mónica? —la voz me suena conocida.

Me doy la vuelta y su rostro también me parece conocido.

Claro, pero si es el chico simpático amigo de el joven Lucas. Sólo nos hemos visto varias veces, no se como aún recuerda mi nombre. Yo nisiquiera me se el suyo.

—Hola —saludo.

—Hola Mónica —sonríe. Tengo que decirlo. Me encanta su sonrisa —Que sorpresa verla.

—Señorita —interrumpe la chica.

—Ah sí, disculpe —me vuelvo hacia ella y abro mi bolso para sacar el dinero.

—Karol déjalo, yo atiendo a esta chica
—dice él.

La chica no dice nada sólo se queda viendome de una forma extraña.

—¿Karol? —repite.

—Sí, ya me voy —vuelve a mirarme. Parece enfadada. Se va y la veo acercarse a una chica que esta atendiendo otra de las cajas.

El chico se coloca en el lugar donde había estado la chica. Yo no estoy entendiendo nada. ¿Quien será él? ¿Por qué llega y le pide a la chica que se vaya?

—¿Usted... trabaja aquí? —pregunto.

—¿Sí trabajo aquí? No.

—¿Entonces por qué...

—¿Bob Esponja? —mira los CDS encima del mostrador, luego me mira —Creí que era el único que aún veía ese programa, pero veo que todos tenemos un niño interior.

Siento ganas de reír. ¿De verdad ve Bob Esponja? Creo que esta demasiado grande para eso. Yo también lo veo y se que estoy muy grande, pero lo hago por mi sobrino Chris. No es que me agrade tanto ver Bob Esponja.

—En realidad no son para mi.

—¿No? ¿No me diga que son para su hijo?

Esta vez si río

—¿Qué pasa? ¿Qué dije? —pregunta.

—No tengo hijos, son para mi sobrino.

—Ah perdón. Creí que...

—No es mi hijo, pero lo quiero tanto como si lo fuera. Creo que a mi sobrino le encantaría conocerlo, sobre todo si le gusta Bob Esponja al igual qué él.

—Amo ese programa desde pequeño y también me encantaría conocer a su sobrino.

—Disculpen que interrumpa su conversación, pero aquí atrás habemos muchas personas que necesitamos ser atendidas.

Volteo la cabeza y veo a una señora de baja estatura y la enorme fila que hay detras de ella.

—Lo siento señora, enseguida los atendemos —se disculpa el chico.

—Sí, Yo mejor debería pagar y marcharme —saco el dinero de mi bolso y se lo entrego al chico. Él lo toma y luego me devuelve una parte — le he dado el dinero completo —digo